El sector agroindustrial argentino registró un mes de febrero con datos destacados en exportaciones y liquidación de divisas, según el Monitor Agroindustrial. A pesar de una caída en la molienda de soja, el ingreso de divisas alcanzó los USD 2.181 millones, un 45% más que en febrero de 2024. Este incremento estuvo impulsado en parte por el Decreto 38/25, que redujo transitoriamente los derechos de exportación para el complejo cerealero-oleaginoso.

Durante enero, las exportaciones de trigo subieron a 1,95 millones de toneladas (+53% mensual) y las de maíz alcanzaron las 2,64 millones de toneladas (+16,6% mensual). La harina de soja también creció levemente, mientras que el aceite de girasol tuvo un repunte del 25%. En contraste, las exportaciones de aceite de soja cayeron, aunque se mantuvieron en niveles altos.

La molienda de soja en enero alcanzó los 2,9 millones de toneladas, una baja frente a diciembre pero el segundo mejor enero en cinco años. En paralelo, el uso de capacidad instalada cayó del 66% al 53%, afectado por la menor oferta disponible y la reducción de importaciones desde países vecinos. 

El 31% de la cosecha de soja 2024 aún no tiene precio, sumando 15,56 millones de toneladas. En tanto, sólo el 10% del saldo exportable de maíz de la campaña 23/24 sigue sin fijación de precio. En las primeras tres semanas de febrero, las ventas de trigo a precio y fijaciones aumentaron un 87% interanual.

El agro liquidó en febrero USD 2.181 millones, con un acumulado en el primer bimestre de USD 4.254 millones (+41% interanual). Este aumento en la liquidación de divisas se dio en un contexto de volatilidad cambiaria y expectativas de una mejor rentabilidad para los productores.