La Argentina comenzó 2023 con saldo comercial deficitario y de ese modo cortó con una racha de cuatro meses consecutivos en los que la balanza comercial había mostrado guarismos positivos.
De acuerdo con un informe de Abeceb, el primer mes del año cerró con exportaciones por US$4900 millones e importaciones por US$5384 millones, lo que arrojó un saldo comercial deficitario en US$484 millones (vs. un superávit de US$297 millones en el mismo mes de 2022).
Qué pasó con las exportaciones
El estudio elaborado por la consultora señala que los valores exportados cayeron 11,7% i.a. en enero, profundizando el deterioro evidenciado en diciembre (cuando ya se habían contraído 7,1% i.a.). Dicha caída se explica por las menores cantidades exportadas (-13,3% i.a.), ya que los precios mostraron una suba de 1,6% anual.
Para dimensionar el magro comportamiento de enero, los analistas destacan algunos datos:
- Las exportaciones alcanzaron el menor nivel de los últimos dos años (hay que remontarse a febrero de 2021 para encontrar un valor inferior)
- Las ventas externas no mostraban una caída tan grande en términos anuales desde junio de 2016 (excluyendo 2020, en plena pandemia).
Efecto sequía
Al desagregar por rubro, queda claro que la caída de las exportaciones en enero se explica por los Productos Primarios (PP), algo esperable dado el impacto de la sequía en la cosecha de trigo.
En detalle: las exportaciones de PP cayeron 42,5% i.a. en valor como consecuencia del desplome en la cantidades exportadas (-44,7% i.a.), levemente morigerada por el aumento en sus precios (3,9% i.a.).
La venta de cereales se contrajo 51,6% anual, explicando casi la totalidad de las menores exportaciones de PP.
En relación con las otras categorías, lo cierto es que evidenciaron comportamientos disimiles en el primer mes de 2023.
Por un lado, la exportación de Combustibles y energía cayó 5,2% en valor, tanto por menores cantidades (-3,9% i.a.) como precios (-1,5% i.a.).
La exportación de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) creció un magro 1% anual, pero pura y exclusivamente por la suba de sus precios (1% i.a.), ya que las cantidades anotaron una caída de 0,6% i.a.
Respecto de las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) las ventas al exterior aumentaron 12,5% i.a.. Allí, a diferencia del resto, las mayores cantidades exportadas (12,5% i.a.) explican dicha suba (los precios subieron apenas 0,1% i.a.).
Qué pasó con las importaciones
Las importaciones crecieron 2,5% i.a en valor durante enero, cortando así una racha de dos mes consecutivos de caídas en términos anuales (habían caído 0,1% en noviembre y 19,3% en diciembre).
Sin embargo, dicha suba se explica pura y exclusivamente por el aumento en los precios (3,2% i.a.), ya que las cantidades importadas se contrajeron 0,8% anual, y por el importante crecimiento evidenciado en la importación de Combustibles y lubricantes (CyL), y Piezas y accesorios para bienes de capital (PyA).
En relación con lo anterior, cabe destacar que la compra externa de Combustibles y Lubricantes creció un notable 96,1% i.a. en valor -tanto por mayores cantidades (67% i.a.) como por la suba de sus precios (14,4% i.a.). Mientras que la importación de PyA aumentó 21,4% i.a. (25,1% en cantidades y -2,9% en precios).
Dichos aumentos fueron contrarrestados por el comportamiento del resto de los rubros.
En particular, volvieron a darse algunas similitudes con lo acontecido hacia fines de 2022, cuando el Gobierno ajustó el torniquete importador -vía SIRA-, particularmente sobre los Bienes intermedios (BI) y de consumo (BC) -cuyas cantidades se situaban en niveles récord, al considerar el ritmo de la actividad-, indica el trabajo de Abeceb.
De hecho, en enero las cantidades importadas de BC se contrajeron un 12,9% i.a. (-8,1% i.a. en valor), mientras que las de BI lo hicieron en un 11,8% i.a. (-10,5% i.a. en valor).
Por otro lado, la importación de Bienes de capital y Vehículos automotores de pasajeros también mostró una variación negativa en términos interanuales (-12,3% y -11,8%), en donde -al igual que en el caso de los BI y BC- el principal driver de dichas caídas fueron las menores cantidades importadas -que cayeron 11,3% i.a. y 24,1% i.a., respectivamente-.
Perspectivas
Para el resto del año los expertos de Abeceb anticipan una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones, y un saldo comercial aún menor al de 2022.
En relación con las exportaciones, el principal driver de dicha caída es el comportamiento del agro, afectado severamente por las sequías y heladas en curso. De hecho, las exportaciones de este sector podrían caer entre US$5500 millones y US$8500 millones.
Asimismo, cabe destacar que la caída total de las ventas externas sería mayor aún si no fuera por el comportamiento del sector automotriz y energético, para los cuales se espera un incremento de exportaciones comparadas con 2022.
Por su parte, en relación con las importaciones, la magnitud de su retracción dependerá principalmente de la situación en materia de reservas del Banco Central: si el saldo comercial se ve debilitado por un menor ingreso de dólares, éste se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones -principalmente en Bienes intermedios y de consumo; que, tal como se mencionó, cerraron 2022 en niveles históricos relativamente elevados dado los niveles de actividad-.
A lo anterior se suma una actividad que permanecerá casi estancada -creciendo en torno a 1% promedio durante 2023- y que por consiguiente demandará menos compras del exterior.