Debido a las altas temperaturas, China instó a millones de sus habitantes a quedarse en sus casas debido a la ola de calor que golpea al país.
El servicio meteorológico les recomendó a los habitantes de las zonas en alerta roja, principalmente en el sureste y noroeste del país, que abandonen “toda actividad en el exterior” y “estar particularmente atentos a la prevención de incendios”.
Por ejemplo, la ciudad de Shanghái alcanzó recientemente su mayor récord de temperaturas en 149 años, con 40,9 °C. Además, el fin de semana, las provincias de Zhejiang y Fujian (este) experimentaron también temperaturas superiores a los 41 °C, con récords históricos en dos ciudades de estas provincias.
Por otra parte, teniendo en cuenta la actual crisis energética internacional, la ola de calor también está afectando el sistema eléctrico chino, ya que tanto los habitantes como las empresas aumentan el consumo de aire acondicionado.
Las mayores centrales eléctricas del gigante asiático batieron sus récords de capacidad a mediados de julio. Por ello, algunas autoridades locales decidieron apagar el alumbrado público y cobrar más a los comercios por la electricidad durante las horas de máxima demanda.
