En una decisión que reconfigura el mapa del intercambio regional, el gobierno de México pondrá en vigor este jueves un agresivo esquema de aranceles a las importaciones, apuntando directamente a las manufacturas provenientes de Asia. Según detalló en un extenso reporte la agencia de noticias Reuters, la medida alinea a la administración mexicana con las políticas proteccionistas de Estados Unidos, estableciendo barreras ante el avance comercial de China.

La normativa, que fue aprobada por el Congreso a principios de diciembre, impone gravámenes de hasta el 35% a una amplia variedad de mercancías originarias de naciones con las que México no posee tratados de libre comercio. Si bien la regulación tiene un alcance general que incluye a países como India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia, el análisis de Reuters subraya que China será el actor más afectado por estas restricciones.

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Los aumentos arancelarios se aplicarán a miles de posiciones, abarcando sectores estratégicos como la industria automotriz, autopartes, acero, textiles, confección y plásticos.

México activa desde este jueves aranceles de hasta el 35% a productos chinos.

Argumentos oficiales y trasfondo geopolítico

De acuerdo con la información relevada por la agencia británica, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido la iniciativa bajo el concepto de "reindustrialización soberana". La Secretaría de Economía argumentó que el objetivo es proteger cerca de 350.000 empleos en industrias sensibles y corregir desequilibrios comerciales. A su vez, se estima que estos impuestos aportarán 3.760 millones de dólares adicionales a las arcas del Estado, en un contexto de esfuerzos por reducir el déficit fiscal.

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Sin embargo, el reporte de Reuters pone el foco en la lectura política de la medida: muchos analistas interpretan estos aranceles como un movimiento anticipado para apaciguar a la administración estadounidense antes de la próxima revisión del acuerdo comercial T-MEC (USMCA).

Redacción por dataPORTUARIA