La tensión en el mar Caribe alcanzó un nuevo punto crítico tras confirmarse que Estados Unidos interceptó un tercer petrolero cerca de las costas de Venezuela en menos de dos semanas. La operación, enmarcada en la denominada "Operación Lanza del Sur", se produjo apenas 24 horas después de la incautación del buque Centuries, de bandera panameña, el cual fue detenido por la Guardia Costera (USCG) bajo la acusación de transportar petróleo ilícito.
Desde la Casa Blanca, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, ratificó que el bloqueo sobre los tanqueros que operan con el gobierno de Nicolás Maduro seguirá vigente hasta que se devuelvan los activos estadounidenses reclamados. Según fuentes oficiales, el despliegue militar busca desmantelar la llamada "flota fantasma", un esquema de buques que operan fuera de los radares internacionales para evadir las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro y transportar crudo hacia mercados asiáticos, principalmente China.
Operación de intercepción de la Guardia Costera de Estados Unidos a un buque petrolero cerca de la costa de Venezuela.
El estado del buque interceptado este domingo es aún desconocido y, según confirmó un funcionario estadounidense citado por la cadena CNN, no está claro si transportaba crudo venezolano. Pese a la incertidumbre sobre la carga, el operativo se mantiene bajo la sospecha de tráfico ilícito.
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Por su parte, el mandatario venezolano calificó las acciones de Washington como actos de "piratería de corsarios" y denunció una campaña de agresión que incluye presión psicológica y asaltos en alta mar. Ante esta situación, el canciller Yván Gil confirmó que mantuvo contactos con el gobierno de Irán, país que ofreció cooperación técnica para enfrentar las interdicciones en aguas internacionales, elevando el tono del conflicto hacia una dimensión de disputa global.
La operación fue llevada a cabo por la Guardia Costera de Estados Unidos
Tras la ejecución de estos operativos, la situación del tercer buque interceptado este domingo se mantiene bajo reserva, ya que las autoridades estadounidenses aún no han confirmado la naturaleza de su carga. No obstante, la administración de Donald Trump ratificó que las tareas de vigilancia marítima continuarán como parte de su política de control sobre el tráfico de crudo vinculado a la gestión venezolana.
Redacción por dataPORTUARIA