La venta de los dos puertos principales ubicados en las entradas del Canal de Panamá ha entrado en una fase de estancamiento crítico. El acuerdo, que involucra la transferencia de activos de la firma hongkonesa CK Hutchison a un consorcio encabezado por la estadounidense BlackRock y la suiza MSC, se encuentra bloqueado por presiones directas de China. El gobierno de Pekín exige que la naviera estatal Cosco posea una participación superior a la de sus socios occidentales para autorizar la transacción.
Entrada al área administrativa del Puerto de Balboa.
El conflicto se centra en las terminales de Balboa, en el litoral del Pacífico, y Cristóbal, en el Atlántico. La operación global, valuada inicialmente en 23.000 millones de dólares, incluía más de 40 puertos en todo el mundo. Sin embargo, la Casa Blanca ha calificado como inaceptable cualquier esquema que otorgue el control operativo a firmas chinas en el Canal, argumentando riesgos para la seguridad nacional y económica de Estados Unidos, país por donde transita más del 40% del tráfico de contenedores entre Norteamérica y Asia.
La situación actual se define como un punto muerto irresoluble. Pekín ha utilizado su capacidad de influencia sobre las empresas implicadas, dado que tanto BlackRock como CK Hutchison mantienen intereses comerciales significativos en territorio chino. Además, se ha planteado la posibilidad de incluir el control de estos activos portuarios como parte de las negociaciones de la guerra comercial que mantienen Washington y Pekín, elevando el tono de la disputa diplomática.
Buque de la naviera china Cosco Shipping operando en la terminal de contenedores.
Este escenario no es inédito en el sector logístico; en el pasado, el gobierno chino ya había bloqueado alianzas operativas entre grandes navieras como MSC, Maersk y CMA CGM citando intereses comerciales. En el marco actual, la prensa oficial de China ha comparado la transferencia de estos puertos a manos estadounidenses con una concesión estratégica inviable, mientras que la administración de Donald Trump ha presentado el acuerdo original como una recuperación del control sobre la vía interoceánica.
La resolución del conflicto impactará directamente en la competitividad logística de la región. Mientras se mantenga el veto y la exigencia de poder de decisión mayoritario por parte de Cosco, la infraestructura que conecta el comercio global a través de Panamá seguirá siendo el epicentro de la confrontación por el dominio de las rutas marítimas internacionales.
Redacción por DataPortuaria