La pesquería argentina de pez palo ha alcanzado un hito al incorporar por primera vez a un marinero observador a bordo de su flota. Esta acción se concreta en el marco del Proyecto de Mejoras (PROME), una iniciativa impulsada por cinco empresas del sector en colaboración con CeDePesca, y marca el inicio formal de la recopilación sistemática de datos esenciales para el conocimiento y la gestión del recurso.
La medida surge de la necesidad de adaptar los métodos de control a las características operativas de la flota costera dedicada al “variado costero”. Estas embarcaciones suelen ser de pequeño porte y cuentan con dotaciones reducidas, lo que requería una solución para sumar observación a bordo sin comprometer la operatoria ni la seguridad laboral.

Para abordar esta limitación, se creó el rol de “marinero–observador”. Este puesto permite al trabajador desempeñar tareas de observación solo en los momentos en que su apoyo no es requerido directamente en las maniobras de pesca, asegurando que no se interfiera con las rutinas diarias ni se sobrecargue a la tripulación.
CeDePesca fue la entidad responsable de capacitar a los primeros dos marineros para que puedan recolectar información específica sobre las capturas, el esfuerzo y la dinámica de la actividad del pez palo. Estos datos técnicos son cruciales para avanzar hacia una gestión más ordenada y sostenible de la pesquería.
La incorporación de este rol representa un antecedente innovador para las pesquerías costeras de pequeña escala. Además de ser un camino operativo y verificable, permite conciliar la generación de información científica con las condiciones reales de trabajo en el mar.

Sin embargo, el desafío que enfrenta el sector es amplio y no se limita al pez palo. El verdadero objetivo es revisar y corregir los procesos de captura, fortalecer la trazabilidad y transparentar el volumen considerable de especies que opera fuera del circuito formal, muchas veces bajo estructuras que, aunque se dicen artesanales, tienen una gran escala y carecen de controles, lo que genera una disparidad con las embarcaciones que operan dentro de la Ley Federal de Pesca y sus regulaciones.
La gestión del pez palo, aunque es una especie de escasa gravitación dentro del variado costero, podría ser el inicio de un marco regulatorio más amplio. Se espera que este paso impulse la normalización de capturas y la trazabilidad en todo el variado costero, incluyendo los recursos subcontrolados que descargan habitualmente en el muelle 10.
Redacción por DataPortuaria