La ganadería de carne bovina en Argentina navega entre señales externas favorables, impulsadas por los precios, y limitaciones internas, marcadas por el financiamiento y la oferta. Un análisis de CREA y Santander Agronegocios correspondiente a diciembre de 2025 detalla el complejo panorama del sector, con énfasis en la competitividad y la estructura de la producción.
El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) para la carne bovina, que mide la competitividad cambiaria , se mantuvo gran parte del período analizado por debajo del promedio histórico (177 puntos). Si bien el indicador mostró una recuperación desde el piso de 132 puntos en marzo de 2025, hasta rondar los 168 en septiembre , esta mejora reciente aún es insuficiente para alcanzar el nivel promedio histórico de competitividad.
La principal fortaleza del sector reside en la dinámica de los mercados de destino. Hacia finales de 2025, el precio del novillo argentino se ubicó en $5,68 USD/kg gancho, superando a sus competidores directos del Mercosur, Uruguay ($5,15 USD/kg) y Brasil ($3,74 USD/kg).
Esta ventaja se manifiesta en la capacidad de los mercados importadores de sostener la facturación argentina. A pesar de que los valores del novillo en el Mercosur se observan por debajo de los obtenidos en el hemisferio norte , los precios de la Unión Europea ($8,42 USD/kg) y Estados Unidos ($7,60 USD/kg) se mantienen firmes.

En este contexto, la mejora en los precios de exportación actúa como un factor compensatorio ante la limitada competitividad cambiaria.
A nivel doméstico, la producción enfrenta dos retos estructurales:
Caída del Stock de Vientres: La tasa de extracción de hembras, que mide la faena respecto al stock total de vacas y vaquillonas, ha predominado por encima del umbral de equilibrio (20%). Esto llevó a una liquidación continua de vientres, reduciendo el stock de unas 31,6 millones a 29 millones de cabezas hacia 2025.
Restricción Crediticia: El crédito al sector ganadero, tanto en pesos como en dólares, se encuentra muy por debajo de los máximos históricos. Este nivel de financiamiento limitado obstaculiza la posibilidad de alargar los ciclos de engorde/terminación y la retención estratégica de vientres, pasos esenciales para recomponer el stock y aumentar la oferta.
Aun así, las señales de precios generan incentivos. Los empresarios ganaderos planifican animales más pesados y reducen la proporción de categorías livianas. Los precios de salida para machos, como el novillo de exportación ($3,08 USD/kg) , refuerzan la estrategia de sumar kilos para diluir el costo de la recría.
La viabilidad económica del engorde a corral se mantiene positiva. Por ejemplo, el Índice de Viabilidad Económica Ganadera (IVEG) para el corral de 180 a 380 kg se ubicó en 0,54 en noviembre de 2025, mostrando una recuperación.
En cuanto al consumo aparente, el total per cápita para 2025 rondaría los 120 kg , con una participación estructuralmente decreciente de la carne bovina (49 kg). Mientras tanto, la carne aviar (52 kg) y la porcina (19 kg) ganan espacio, un desplazamiento atribuido a la variable costo y a nuevos hábitos del consumidor argentino.
Redacción por dataPORTUARIA