La campaña triguera 2025/26 se encamina a marcar un hito en la historia agrícola del país. Según el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción nacional alcanzará un volumen de 27,7 millones de toneladas. Este ajuste representa una adición de 3,2 millones de toneladas frente a lo previsto el mes anterior, consolidando un ciclo productivo que supera cualquier registro previo.

El fenómeno responde a una combinación de factores climáticos óptimos y una fuerte inversión tecnológica. A pesar de haber iniciado el ciclo bajo la sombra de una sequía estival, las reservas de humedad y las precipitaciones recurrentes durante el invierno permitieron que el cultivo expresara su máximo potencial genético en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos.
El avance de las labores de recolección ha revelado rindes que la BCR califica como "impensables". El promedio nacional alcanzará los 41 quintales por hectárea (qq/ha), superando por casi cinco quintales el récord anterior del ciclo 2010/11.

En términos de superficie, la siembra final también experimentó una corrección positiva, llegando a las 7,17 millones de hectáreas. Este incremento en el área implantada, sumado a la baja pérdida de lotes, ha sido el motor de este "boom" productivo que posicionará a la Argentina con un 37% más de trigo que en el ciclo previo.
"Es un año donde las lluvias no fueron una limitante y la inversión en genética, fertilización y controles permitió alcanzar techos productivos que transformarán la dinámica del mercado de exportación", destaca el informe.
La disponibilidad de este saldo exportable récord no solo garantiza el abastecimiento del mercado doméstico, sino que fortalece la posición de Argentina como proveedor estratégico global, asegurando un flujo de divisas vital para la economía nacional.
Redacción por dataPORTUARIA