El buque portacontenedores One Continuity atracó en el Puerto de Las Palmas luego de experimentar un fuerte golpe de mar frente a la costa de Maspalomas, al sur de Gran Canaria. El incidente, ocurrido mientras la nave cubría la ruta entre Le Havre (Francia) y Singapur, resultó en la pérdida de aproximadamente 45 contenedores vacíos.
La sacudida del mar no solo provocó la caída inmediata de las unidades, sino que también desestabilizó varias columnas de carga en la popa, causando una peligrosa inclinación hacia estribor. Ante el riesgo, el capitán del navío, de 320 metros de eslora, solicitó refugio en el puerto canario, desviándose de su itinerario inicial.

La Autoridad Portuaria autorizó el atraque en el Muelle Virgen del Pino naciente. Al llegar, se constató visualmente, con apoyo de drones, que algunos contenedores permanecían colgando por fuera de la borda. La rápida respuesta y la capacidad técnica del puerto para gestionar este tipo de emergencias marítimas resaltan su rol como refugio estratégico en las rutas atlánticas internacionales.
Se implementó un dispositivo especial coordinado por Boluda, el operador del muelle, para estabilizar la mercancía comprometida. Como medida de seguridad, las filas afectadas fueron orientadas hacia el muelle para evitar que posibles desprendimientos cayeran al agua.
El líder sindical de estibadores, Maximiliano Díaz, destacó la profesionalidad demostrada durante estas operaciones complejas. Explicó que los contenedores vacíos en la parte superior actuaron como "velas", incrementando los esfuerzos sobre las barras trincadoras hasta fatigar sus estructuras.

La maniobra, que requirió máxima precisión, involucró un equipo élite de ocho estibadores expertos en trabajos en altura. Estos especialistas llevaron a cabo tareas suspendidos en cestas elevadas por grúas terrestres para liberar los contenedores dañados. Este procedimiento incluyó la intervención de soldadores para cortar o rectificar las barras que sujetaban las unidades afectadas. Se determinó que cerca de 20 contenedores ubicados en popa estaban completamente dañados; al ser vacíos, se redujeron los riesgos durante su manipulación.
Tras la retirada de las unidades dañadas, se utilizaron grúas pórtico para desestibar y reubicar más de 60 contenedores que, aunque afectados por el derrumbe, todavía eran aptos. Con la carga restablecida y asegurada, el One Continuity podrá reanudar su viaje programado con destino a China.
Redacción por dataPORTUARIA