El directorio del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata (CPRMDP) aprobó por unanimidad una normativa que regula y penaliza el derrame de efluentes líquidos y aguas residuales provenientes de los camiones que transportan pescado fresco. La medida, formalizada en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires el 9 de diciembre, subsana un vacío legal que durante años limitó la capacidad de acción del puerto.

La problemática se originó en la ausencia de un régimen sancionatorio concreto para abordar los desagotes informales de líquidos lixiviados, producto del deshielo del pescado en cajones, en cordones cuneta y áreas operativas dentro del recinto portuario. La Gerencia de Explotación del puerto había alertado sobre las consecuencias directas de estos derrames: la generación de olores persistentes, la proliferación de plagas y la afectación general del funcionamiento portuario y de las actividades de los permisionarios.

Hasta la fecha, la regulación de tránsito y estacionamiento no contemplaba penalidades específicas por la disposición indebida de residuos líquidos.
La nueva normativa prohíbe expresamente la descarga de aguas residuales, efluentes o desperdicios orgánicos en cualquier sector de la jurisdicción portuaria. Además, establece una escala de sanciones económicas progresivas, acompañadas de severas medidas operativas:
Dado el alto volumen de ingresos diarios de camiones, el impacto ambiental y sanitario se había convertido en un reclamo sostenido por parte de empresas y operarios que desarrollan tareas esenciales, como el romaneo y la preparación de productos, muchos de ellos con destino a exportación. El CPRMDP destacó que el principal objetivo de la medida es proteger la higiene, el orden y la convivencia operativa dentro de un ámbito donde convergen camiones, estibadores, plantas procesadoras y embarcaciones.
Redacción por dataPORTUARIA