El sector agroexportador argentino es testigo de una nueva reconfiguración en el régimen de Derechos de Exportación (DEX). El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, confirma la aplicación de una disminución tributaria de carácter permanente a los principales commodities y sus derivados, representando el quinto ajuste en lo que va del año 2025.

Una vez formalizada la medida en el Boletín Oficial, las alícuotas se establecerán de la siguiente manera:
Soja: desciende del 26% al 24%.
Subproductos de Soja (harina, aceite, pellets): se reducen del 24,5% al 22,5%.
Trigo y Cebada: disminuyen del 9,5% al 7,5%.
Maíz y Sorgo: pasan del 9,5% al 8,5%
Girasol: baja del 5,5% al 4,5%.
Esta variación tributaria implica que las empresas registradoras de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) reducirán entre el 1% y el 2% de impuestos a abonar al Estado, mejorando a priori el margen operativo del sector exportador.
Según el análisis de mercado, la rebaja impositiva impacta directamente en la Capacidad Teórica de Pago (CTP) de las empresas exportadoras e industriales. La CTP define el precio máximo que puede ofrecerse por un producto sin incurrir en pérdidas. Esta capacidad es una función de múltiples variables económicas, incluyendo el precio FOB (cotización internacional), los DEX, los costos fijos y, fundamentalmente, el tipo de cambio.
La decisión del Ministerio de Economía, por sí sola, no garantiza un traslado lineal y directo al bolsillo del productor. De acuerdo con las estimaciones del analista Carlos Etchepare, la mejora teórica en la CTP se situaría en aproximadamente US$15 por tonelada para la soja, US$4 para el trigo y US$2 para el maíz.

La soja (industrializada) es la que muestra el salto más significativo en la paridad teórica, mientras que el maíz registra la menor variación ($2,1/Tn), atribuible a que su rebaja tributaria fue solo de un punto porcentual.
Finalmente, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que el complejo sojero tributará con la alícuota más baja de los últimos 19 años. No obstante, para determinar el impacto real en los precios internos y si el margen de $15 dólares de la soja se trasladará al productor, será crucial monitorear la evolución de los precios internacionales y los próximos informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre la oferta y demanda global.
Redacción por dataPORTUARIA