La localidad de Añelo, en la provincia de Neuquén, ha experimentado una profunda transformación impulsada por el desarrollo de Vaca Muerta. Inicialmente, la expansión energética generó una demanda prioritaria de alojamiento rápido y básico para los trabajadores de la industria. Sin embargo, esta dinámica ha evolucionado hacia una exigencia de soluciones más sofisticadas e integrales.

César Paredes, referente de Inversión Vaca Muerta, ha analizado esta metamorfosis del sector inmobiliario. Según sus observaciones, la industria ya no busca meramente "camas", sino un conjunto de servicios que abarquen desde la vivienda hasta la logística y el bienestar del personal, reflejando una mayor consolidación y planificación a largo plazo por parte de las empresas operadoras.
Actualmente, el mercado inmobiliario de Añelo enfrenta el desafío de una oferta sobredimensionada. Se estima la existencia de entre 5.000 y 6.000 camas nuevas que aún no han alcanzado su plena ocupación. Esta situación se debe, en parte, a la naturaleza fluctuante de los proyectos energéticos y a la anticipación del mercado ante futuras demandas.

No obstante, las proyecciones indican un escenario de recuperación y crecimiento. Se prevé que la ocupación de estas unidades comience a incrementarse gradualmente a partir del año 2026. El pico de demanda se esperaría hacia finales de 2026 e inicios de 2027, momento en el cual la totalidad de la infraestructura de alojamiento y servicios podría encontrar su pleno uso, alineándose con las fases de mayor actividad de los proyectos no convencionales en Vaca Muerta.
Esta evolución en la demanda de Añelo subraya la interdependencia entre el desarrollo energético y la infraestructura de servicios y logística. La capacidad de ofrecer soluciones habitacionales y de soporte integral es crucial para el sostenimiento y la eficiencia de las operaciones en Vaca Muerta, impactando directamente en la planificación de las empresas y en el desarrollo económico regional.
Redacción por dataPORTUARIA