El reciente informe de ROSGAN arroja luz sobre un cierre de 2025 caracterizado por una marcada volatilidad y la creciente interconexión entre la política internacional y el comercio de carne vacuna. A pesar de una disminución en el volumen total de embarques durante el período, la facturación global experimentó una notable mejora, impulsada por la revalorización de los precios en los mercados externos.

Según estadísticas del INDEC citadas en el estudio, las exportaciones de carne vacuna entre enero y octubre de 2025 alcanzaron un total de 588.800 toneladas, generando ingresos estimados en USD 3.155,1 millones. Este balance representa una contracción del 8,5% en volumen respecto al mismo lapso del año anterior, pero un significativo incremento del 26% en la facturación. El precio promedio por tonelada se situó en USD 5.360, evidenciando un aumento del 38% en comparación con 2024. El informe subraya la naturaleza irregular del año, con un primer cuatrimestre afectado por la pérdida de competitividad, una posterior fase de recuperación y un cierre estable que, sin embargo, no logró compensar las pérdidas iniciales.
Uno de los elementos más disruptivos en el panorama internacional es la determinación de Estados Unidos de reducir en un 40% los aranceles a la carne brasileña. Esta medida otorga una ventaja competitiva decisiva a Brasil, el principal exportador mundial de carne, en un momento en que EE.UU. busca asegurar su abastecimiento y ejercer presión a la baja sobre sus precios internos.
A pesar de que Argentina prevé una ampliación de su cupo preferencial en el mercado estadounidense, las cifras actuales revelan una disparidad. En octubre, Brasil exportó 10.800 toneladas a Estados Unidos, en contraste con las 3.400 toneladas despachadas por Argentina, que, no obstante, logró un precio 6% superior. Esta redefinición de preferencias comerciales, señala el informe, responde a una estrategia: EE.UU. busca posicionarse como el receptor natural de volúmenes de carne brasileña en caso de que China, otro actor fundamental, implemente restricciones comerciales que obliguen a Brasil a redirigir parte de su producción.

La situación en China constituye otra de las grandes interrogantes del mercado global. El gigante asiático pospuso, hasta el 26 de enero de 2026, la resolución de su investigación por salvaguarda sobre importaciones, iniciada en diciembre del año precedente. Si bien esta medida incide en todos los proveedores, su impacto es particularmente sensible para Argentina, cuya dependencia se manifiesta en que el 70% de sus exportaciones se concentra en este destino.
Para ROSGAN, la prórroga otorga un respiro temporal, permitiendo un cierre de año sin alteraciones significativas en un periodo en el que China suele incrementar sus adquisiciones. Sin embargo, también abre un lapso de 60 días para negociaciones cruciales. El informe advierte que la decisión final china tiene el potencial de reconfigurar sustancialmente las reglas de juego para 2026, ya sea mediante medidas directas (como cuotas o aranceles) o por los efectos indirectos que generaría en la dinámica del comercio global de carne vacuna.
En este complejo escenario, el informe de ROSGAN enfatiza la urgencia para Argentina de robustecer su estrategia de diversificación de destinos. Actualmente, el 30% de las exportaciones no dirigidas a China se distribuye principalmente entre: Unión Europea (29%), Israel (24%), Estados Unidos (19%), Chile (10%), Canadá (3%), Brasil (3%), México (2%), Perú (1%) y Rusia (1%).
A esta red se suman mercados con un considerable potencial de expansión, tales como Filipinas, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Qatar. A pesar de contar con 97 mercados habilitados, en 2024 Argentina solo concretó envíos a 43 de ellos, y en 2025, con datos parciales, esta cifra se redujo a apenas 24. Para ROSGAN, la ampliación de la red comercial es indispensable para mitigar la vulnerabilidad frente a eventuales cambios regulatorios en los principales mercados compradores, especialmente China y Estados Unidos.
Redacción por dataPORTUARIA