En un contexto global marcado por profundas transformaciones y crecientes incertidumbres, la secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, ha enfatizado la imperativa necesidad de una reforma multilateral. Grynspan sostiene que la esencia de ser multilateralista en la actualidad reside en la voluntad de ser reformista, un principio que resuena en diversos foros internacionales y encuentros de expertos.
La perspectiva de Grynspan, destacada en eventos de alto nivel, subraya que las instituciones multilaterales deben evolucionar para seguir siendo relevantes y efectivas frente a las crisis contemporáneas. La capacidad de un sistema para responder a desafíos como la fragmentación geopolítica, las interrupciones en las cadenas de suministro globales, las crisis climáticas, las pandemias y las crecientes desigualdades económicas depende directamente de su flexibilidad y disposición al cambio. La UNCTAD, como organismo en el ámbito del comercio y desarrollo, promueve activamente un enfoque inclusivo y equitativo en la gobernanza económica mundial.

El argumento central es que el multilateralismo, concebido como el pilar de la cooperación internacional, no puede permanecer estático. Requiere una revisión crítica de sus estructuras, normas y mecanismos de toma de decisiones para reflejar una realidad global más compleja y multipolar. Esto implica no solo modernizar sus instrumentos, sino también garantizar una mayor representatividad y voz para las economías emergentes y en desarrollo, que a menudo son las más afectadas por las fluctuaciones económicas y los impactos de las crisis globales.
La reforma multilateral busca fortalecer la capacidad de los organismos internacionales para generar consensos, movilizar recursos y coordinar acciones eficaces que aborden problemas transnacionales. Rebeca Grynspan resalta que este proceso no es meramente administrativo, sino una cuestión fundamental para la legitimidad y la eficacia del sistema global en su conjunto. La inversión en un multilateralismo renovado es vista como una inversión en la estabilidad y la prosperidad compartida.
En este sentido, la propuesta de la UNCTAD y de su secretaria general se alinea con una visión de un orden económico internacional más justo, sostenible y resiliente. La reforma abarca desde la reevaluación de las reglas comerciales hasta la implementación de mecanismos de financiamiento para el desarrollo que permitan a todos los países participar plenamente en la economía global y afrontar sus retos con mayor fortaleza.
Redacción por dataPORTUARIA