El reciente anuncio de los hutíes respecto a la posible suspensión de ataques a buques en el Mar Rojo ha generado una expectativa de alivio en la comunidad marítima global, proyectando una potencial normalización del tránsito a través del estratégico Canal de Suez. Sin embargo, la volatilidad de comunicaciones previas por parte de este grupo ha inducido una postura de prudencia en el sector, que monitorea de cerca la evolución de la seguridad en la región. Según análisis de la consultora Drewry, una disminución efectiva del riesgo y el restablecimiento de las rutas regulares por el Canal implicarían un acortamiento de las distancias de los itinerarios y un incremento en la disponibilidad de capacidad para el segmento de tanqueros de productos.

Impacto de las Desviaciones en la Logística de Tanqueros
Desde el escalamiento del conflicto en Yemen a finales de 2023, un considerable número de tanqueros optó por desviar sus rutas a través del cabo de Buena Esperanza, eludiendo el Canal de Suez. Esta modificación tuvo un impacto significativo, particularmente en los buques de tipo LR (Long Range). Por ejemplo, en el transporte de diésel desde Medio Oriente hacia el noroeste de Europa, el desvío añadió aproximadamente 4.700 millas náuticas, extendiendo la duración de los itinerarios en más de 30 días. Este aumento en el tiempo de tránsito y la distancia recorrida absorbió una parte considerable de la capacidad de transporte disponible, contribuyendo a mantener tarifas de flete elevadas.
Los mayores costos asociados al transporte marítimo también indujeron alteraciones en los patrones comerciales. Durante 2024, se observó un incremento en las importaciones europeas de diésel provenientes de Norteamérica, desplazando parcialmente los flujos tradicionales desde Asia. No obstante, el diésel de Medio Oriente logró mantener su competitividad en el mercado europeo, asegurando la estabilidad de los volúmenes de intercambio entre ambas regiones.

Estudios recientes sobre los tránsitos por el Canal de Suez indican una recuperación gradual en la proporción de tanqueros de productos que utilizan esta vía, especialmente tras el cese al fuego en Gaza. A pesar de esta tendencia positiva, una restauración completa del tráfico a los niveles previos a la crisis podría tener efectos significativos. Se estima que una normalización plena reduciría la demanda de toneladas-milla y ejercería una presión a la baja sobre las tarifas de flete en el segmento de tanqueros de productos.
Implicaciones del EU-ETS en la Ruta del Canal de Suez
La reapertura total del Canal de Suez también generaría repercusiones directas en los costos vinculados al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (EU-ETS). Al acortar sustancialmente los itinerarios, se reducirían las emisiones de carbono y, consecuentemente, los gastos asociados a este esquema regulatorio. Por ejemplo, la duración del trayecto entre Jubail y Róterdam se reduciría de aproximadamente 82 días (vía cabo de Buena Esperanza) a cerca de 50 días (vía Canal de Suez). Las proyecciones sugieren que los costos del EU-ETS para tanqueros LR en 2026 serían de aproximadamente US$129.000 al transitar por el Canal de Suez, en contraste con los cerca de US$215.000 si se mantiene la ruta extendida.
La combinación de itinerarios más cortos y la disminución de las obligaciones bajo el EU-ETS podría incentivar un retorno más amplio al Canal de Suez para los flujos de productos refinados entre Oriente y Occidente, siempre que las condiciones de seguridad en el Mar Rojo se consoliden. Adicionalmente, las futuras restricciones europeas a los productos refinados derivados de crudo ruso, previstas para 2026, podrían reducir las importaciones de diésel desde India, lo que potencialmente redirigiría una parte de la demanda hacia proveedores de Medio Oriente si la estabilidad del tránsito por Suez se mantiene.
Redacción por dataPORTUARIA