La volatilidad en la logística marítima se manifiesta con un brusco ajuste a la baja en los precios de los fletes spot de contenedores. Este fenómeno global está teniendo un impacto particularmente sensible en Sudamérica, donde el exceso de capacidad se hace notar.
Según Lars Jensen, analista de la industria, las tarifas hacia la Costa Este de Sudamérica (ECSA) se fijaron en US$ 1.386/TEU, marcando una caída de US$ 1.272/TEU en apenas cinco semanas. Un retroceso similar se observa en la Costa Oeste de Sudamérica (WCSA), donde las tarifas se ubican en US$ 1.244/TEU, revirtiendo completamente los aumentos registrados a fines de octubre.
Esta dinámica contrasta con los intentos de algunas navieras, como Hapag-Lloyd, de anunciar incrementos generales de tarifas (GRI) a partir de diciembre. Sin embargo, el retroceso actual, impulsado por factores estructurales, pone en duda la viabilidad de dichos aumentos.
La raíz del problema se encuentra en la ruta Transpacífico, donde la debilidad de la demanda de consumo en Estados Unidos está liberando tonelaje hacia otras rutas globales, incluida América Latina. Los datos lo confirman:
El Índice de Carga Contenerizada de Shanghái (SCFI) hacia la Costa Oeste de EE. UU. (USWC) cayó a US$ 1.645/FEU.
Hacia la Costa Este de EE. UU. (USEC) bajó a US$ 2.384/FEU, con una reducción de más de US$ 1.000/FEU en tres semanas.
Peter Sand, Jefe de Análisis de Xeneta, subraya que la política comercial y la desaceleración del consumo en EE. UU. tendrán un "impacto negativo sobre la demanda y los volúmenes de contenedores", obligando a la reasignación de flota y presionando la oferta regional.

Un indicador de la sobreoferta es la flota inactiva. Simon Heaney, de Drewry, advierte que la flota ociosa superó 1 millón de TEUs en noviembre por primera vez desde el año pasado. Este hito coincide con la masiva entrega de nueva capacidad en 2025 (1,84 MTEUs) frente a un desguace mínimo (6 KTEUs).
La situación podría agravarse con la posible reapertura total del Canal de Suez, lo que liberaría aún más capacidad al reducir los tiempos de tránsito.La combinación de exceso de oferta, escaso desguace y la debilidad de los principales mercados de consumo configura un panorama de inestabilidad para el Comercio Exterior de América Latina, que deberá lidiar con la capacidad redirigida y la consecuente presión bajista sobre los precios de los fletes.
Redacción por dataPORTUARIA