La operación en el Puerto de Los Ángeles, uno de los principales hubs logísticos de Norteamérica, se vio alterada por un incidente de seguridad mayor. El buque ONE Henry Hudson, un portacontenedores de 17 años de antigüedad perteneciente a Ocean Network Express (ONE), reportó humo e incendio bajo cubierta mientras se encontraba en el Muelle 218.
La respuesta fue inmediata y coordinada, articulando un Comando Unificado entre la Guardia Costera (USCG), el LAFD, y el Departamento de Policía del Puerto de Los Ángeles. La primera y más crucial acción fue el traslado del buque a una zona de fondeo segura, ubicada a una distancia de $1,61 kilómetros (aproximadamente 0,93 millas) de la costa, medida que buscó neutralizar el riesgo para la infraestructura portuaria y la comunidad circundante.

Según el Jefe Asistente Carlos Calvillo (LAFD), el fuego se encontraba en "múltiples subniveles bajo cubierta en áreas en gran parte inaccesibles," lo que requirió un alto nivel de comunicación y coordinación interinstitucional para la supresión. A pesar de la complejidad, las llamas fueron contenidas exitosamente en una sola bodega de carga.
El Capitán Jarrod DeWitz, comandante del incidente de la USCG, enfatizó que el trabajo se centró en "mantener seguras a las tripulaciones, mover el buque mar adentro y evitar cualquier interrupción en el Puerto de Los Ángeles."
La USCG estableció una zona de seguridad de casi un kilómetro alrededor del navío, dirigiendo el tráfico marítimo y asistiendo en las evaluaciones de estabilidad y materiales peligrosos (Hazmat) del buque. La emergencia movilizó cerca de 200 bomberos, unidades de búsqueda y rescate, y naves de bomberos tanto de Los Ángeles como del vecino Puerto de Long Beach.
La tripulación del ONE Henry Hudson, compuesta por 23 personas, fue verificada sin que se reportaran heridos. El exitoso aislamiento del incidente en el buque y su rápido traslado aseguraron que las operaciones en el Puerto de Los Ángeles continuaran sin interrupciones.
Redacción por dataPORTUARIA