El Puerto de Los Ángeles, uno de los nodos logísticos más importantes del Pacífico, ha marcado un precedente en la transición hacia la logística verde. La operación histórica consistió en el traslado completo de un contenedor destinado a la exportación, cubriendo la distancia desde su punto de origen en la instalación ferroviaria hasta su destino final a bordo de un buque, con el 100% de la cadena de manejo realizada por vehículos y equipos eléctricos.
El trayecto, realizado íntegramente en el Muelle 400, abarcó una secuencia de manipulación que incluyó diversos tipos de maquinaria pesada. El proceso se inició en el patio ferroviario, donde un carro desbloqueó los contenedores. A partir de ahí, una grúa pórtico levantó el recipiente para depositarlo en un tractor eléctrico que se encargó del transporte horizontal a través de la instalación.

Posteriormente, el contenedor fue transferido por otra grúa pórtico hasta el punto de entrega en el muelle, donde finalmente una tercera unidad pórtico lo cargó a bordo de la embarcación. Cada vehículo y pieza de equipo utilizado en esta compleja secuencia fue impulsado por electricidad a batería, confirmando la viabilidad operativa de la electrificación portuaria en una de las terminales de mayor volumen del hemisferio.
El éxito de esta operación no es casual. Es el resultado de una estrategia deliberada del POLA para reducir su huella de carbono. Actualmente, el Muelle 400 ya cuenta con 71 vehículos eléctricos a batería y equipos de manipulación de carga en servicio, lo que constituye el 15% de su flota total.
Para sostener este crecimiento de la flota eléctrica, la terminal ha instalado la mayor cantidad de estaciones de carga en el complejo portuario de la Bahía de San Pedro, con más de 50 puntos en funcionamiento.
Redacción por dataPORTUARIA