El panorama energético de América Latina presenta un marcado contraste, según el análisis detallado en el World Energy Outlook 2025, el informe insignia de la IEA. Mientras la mayoría de los productores de gas natural de la región enfrentarán un escenario de ralentización, Argentina se destacará como el único país encaminado hacia un crecimiento productivo constante.

La agencia internacional estima que la producción de gas local podría experimentar un incremento cercano al 60% en la próxima década, alcanzando la cifra de aproximadamente 75.000 millones de metros cúbicos. Este salto cuantitativo es atribuido casi exclusivamente a la explotación de Vaca Muerta, la formación neuquina que ha demostrado altos niveles de productividad en el desarrollo de shale y tight gas, acompañado por una reducción notoria en los costos operativos.

El motor del crecimiento y la ambición exportadora

La IEA subraya que la masiva disponibilidad de recursos no convencionales y las políticas de desarrollo upstream han posicionado a Argentina como una excepción regional. Este desarrollo no solo garantizaría el abastecimiento interno sino que, crucialmente, elevaría la seguridad energética del Cono Sur.

El informe sostiene que Argentina está en camino de consolidarse como un exportador regional con una capacidad real para abastecer a Chile, Brasil y Uruguay. Esta visión depende, no obstante, de la ejecución de proyectos de infraestructura clave, como la ampliación de gasoductos troncales y la construcción de terminales de licuefacción. La agencia advierte sobre el posible stress en la red de transporte existente, señalando que la inversión en redes no ha crecido al mismo ritmo que el gasto en generación eléctrica.

El verdadero potencial de Argentina en la nueva geografía energética global radica en el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL). La IEA destaca proyectos ambiciosos como Argentina LNG, impulsado por YPF junto a ENI y ADNOC, que proyecta una capacidad de 18 MTPA a partir de 2030. Paralelamente, la iniciativa de Pan American Energy sumaría 6 MTPA en 2028.

Con la plena operación de estos proyectos, se calcula que el país podría alcanzar exportaciones de GNL por un valor de USD 15.000 millones anuales en la próxima década. Este pronóstico se complementa con la expectativa en el sector petrolero: la IEA anticipa que la producción nacional de tight oil podría llegar a 1,4 millones de barriles diarios en 2035, un máximo histórico, sumando otros USD 15.000 millones al año en exportaciones con la concreción del oleoducto Vaca Muerta Sur.

“El centro de gravedad del sistema energético mundial se desplaza hacia el sur y el este”, indica el World Energy Outlook, ubicando a Argentina entre los pocos productores con recursos abundantes y capacidad de expansión real.

El informe concluye que, si bien la demanda eléctrica global se acelera debido a la digitalización y el avance de la Inteligencia Artificial, los combustibles fósiles —especialmente el gas argentino— mantendrán un papel determinante para el equilibrio energético regional en el mediano plazo, posicionando al país como una pieza esencial en la transformación energética mundial.

Redacción por dataPORTUARIA