La salmonicultura, definida como la siembra y cosecha intensiva de salmónidos en jaulas flotantes ubicadas en bahías y fiordos, requiere ecosistemas frágiles, prístinos y de aguas frías. En Argentina, el único lugar viable para este tipo de emprendimientos son las aguas que rodean la isla de Tierra del Fuego, un área que concentra el 50% de los bosques de macroalgas del país y actúa como un importante sumidero de carbono.
La Ley 1355 de 2021 prohibió expresamente esta práctica. Sin embargo, el modelo de producción intensiva, similar al utilizado en Chile —donde se ha vinculado a escapes, mortandades masivas y uso indebido de antibióticos—, ha vuelto al centro del debate legislativo provincial.

Los sectores que defienden la normativa vigente y se oponen a su flexibilización esgrimen argumentos de triple dimensión:
Advierten sobre la potencial proliferación de algas nocivas, la introducción de especies exóticas, la alteración irreversible de los ecosistemas y la generación de zonas "muertas" por desechos orgánicos, como ha sucedido en otros países.
Se mencionan los riesgos inherentes al uso de antibióticos en la cría intensiva de salmones.
La actividad podría afectar a otras industrias locales existentes, como la pesca artesanal y el turismo de naturaleza, con grupos de interés que buscan instalar discursos que promueven la salmonicultura como única "salvación".
Un aspecto crucial en la defensa de la Ley 1355 es la seguridad jurídica. El antropólogo e investigador del CONICET, Ernesto Piana, remarcó que cambiar las reglas de juego solo cuatro años después de una sanción unánime envía un mensaje negativo a posibles emprendedores locales sobre la seguridad legal en la provincia.
Piana también destacó la rigurosidad con que se elaboró la ley original, que fue fruto de más de tres años de investigación y consulta con científicos, ONGs, productores y la comunidad en general, lo que refuerza la legitimidad de la normativa vigente.
La propuesta de modificar la prohibición se tratará en sesión este miércoles, manteniendo en vilo a la comunidad fueguina que defiende la conservación marina de sus aguas.
Redacción por dataPORTUARIA