El comportamiento de la carne vacuna contrasta marcadamente con el de otras proteínas y commodities agrícolas. En octubre, el índice de la FAO para carne vacuna mantuvo su tendencia al alza por undécimo mes consecutivo, alcanzando 146,2 puntos. Este valor supera en un 15,1% el nivel de 2024, un incremento que quintuplica el avance del índice general de commodities de la FAO. Este desempeño refleja un ajustado equilibrio entre una oferta limitada y una demanda global sostenida.
A pesar de las disputas comerciales y la falta de proyecciones actualizadas del USDA, los datos de los principales exportadores mundiales son esclarecedores. Brasil y Australia, primer y segundo exportador mundial, respectivamente, están a punto de romper nuevos récords de exportación. Brasil, contra todo pronóstico inicial, superó la marca histórica de embarques en octubre con 320 mil toneladas exportadas, acumulando 2,5 millones de toneladas en el año (un 16,6% más que en 2024).

La consolidación del mercado se da en un contexto de fuertes choques comerciales, de los cuales Australia ha sabido capitalizar beneficios rápidamente. Sus exportaciones crecieron más del 15% a octubre, con un aumento del 32% en los envíos a China y un fuerte redireccionamiento hacia Estados Unidos, que se convirtió en su principal destino.
Por su parte, la solidez de Brasil se evidencia en su capacidad para mantener el intercambio. Pese a los aranceles impuestos por Estados Unidos, Brasil incrementó un 38% sus embarques hacia ese mercado en octubre. La clave de Brasil ha sido el crecimiento de su participación en China, que pasó del 51% en 2024 al 54% en 2025.

Cuando el mercado parece reacomodarse a este nuevo escenario de precios altos, la principal incertidumbre se concentra en Beijing. A fines de noviembre, el mercado aguarda la decisión final de China tras un largo proceso de "salvaguardia", iniciado para investigar el impacto de las importaciones de carne vacuna en su industria local.
Las posibles medidas que se barajan son la aplicación de aranceles adicionales o la imposición de cuotas de mercado. La resolución china es vital, ya que el país absorbe un tercio de la oferta global. Para Argentina, la relevancia es aún mayor: China es el principal destino, representando el 70% del volumen total embarcado y el 50% de las divisas que ingresan al sector.
Una imposición de cuotas fijas podría generar previsibilidad, mientras que un esquema de "primero entrado, primero servido" desataría una intensa competencia. La decisión alterará el tablero mundial y, consecuentemente, el perfil de las exportaciones argentinas, justo cuando se anuncia una posible ampliación del cupo de importación preferencial de EE. UU.
Redacción por dataPORTUARIA