Los trabajos de dragado comenzaron en febrero de 2025 y se extendieron durante casi nueve meses, con actividad diurna y nocturna ininterrumpida. La obra fue ejecutada por la draga Omvac Diez, de la empresa española Canlemar, adjudicataria de la licitación.
La magnitud del proyecto fue destacada por el presidente del Consorcio Portuario, Marcos Gutiérrez, quien subrayó el aspecto financiero: “Es una obra histórica, no solo por el impacto operativo sino porque por primera vez se afrontó íntegramente con recursos propios”.
Gutiérrez valoró el acompañamiento del gobierno bonaerense y el Banco Provincia para viabilizar el proyecto, cuyo presupuesto inicial superó los seis millones de dólares.

La intervención se concentró en áreas críticas para la logística marítima: los canales de acceso interior y exterior, la zona de giro próxima a la posta de inflamables y los frentes de atraque del Espigón 2.
El objetivo principal de la gestión del Consorcio fue plenamente alcanzado: recuperar calados que aseguren la navegación segura y la máxima capacidad de carga de los buques.
Tras la remoción de más de un millón de metros cúbicos de sedimentos, el puerto dispone ahora de:
Calado en una enfilación de acceso: 11,6 metros.
Calado en la segunda enfilación de acceso: 10,6 metros.
Esta mejora deja al Puerto de Mar del Plata "en las mejores condiciones para el ingreso de grandes buques, especialmente aquellos destinados al transporte de cargas y al comercio exterior", según Gutiérrez. A pesar de algunas complejidades derivadas de fenómenos meteorológicos, la continuidad de la tarea permitió culminar la obra en el plazo previsto.
Un aspecto adicional de la gestión de sedimentos fue el destino de la arena extraída. Aquel material de mejor calidad fue depositado estratégicamente cerca de la costa, buscando favorecer la recuperación de las playas del norte de la ciudad mediante el proceso de deriva natural.
La finalización de este dragado de mantenimiento sin precedentes cierra una brecha operativa que afectaba la competitividad de la terminal durante casi tres décadas. El puerto ahora está posicionado para atender las demandas de la flota pesquera, el tráfico de cargas generales y la creciente actividad vinculada a la industria offshore y el comercio marítimo.
Redacción por dataPORTUARIA