El sector aeronáutico ha encontrado un nuevo y prometedor camino hacia la descarbonización. En Soperton, Georgia (Estados Unidos), ha comenzado a operar la planta Freedom Pines Fuels, la primera instalación en el mundo que produce Combustible de Aviación Sostenible (SAF) a escala comercial mediante la conversión de etanol.
Este desarrollo, impulsado por LanzaJet, es vital dado que la aviación enfrenta serias dificultades estructurales para reducir emisiones debido a sus altos requisitos de densidad energética y la falta de viabilidad a corto plazo de alternativas como el hidrógeno o la electrificación para vuelos de larga distancia.
Hasta ahora, la mayor parte del SAF disponible se producía a partir de insumos de disponibilidad limitada, como aceites de cocina usados o grasas animales. La nueva planta de LanzaJet introduce la tecnología Alcohol-to-Jet (ATJ), que convierte el etanol en hidrocarburos de cadena larga aptos para aeronaves, ofreciendo una solución escalable y descentralizada.

La principal ventaja del etanol radica en su ubicuidad productiva. Jennifer Holmgren, CEO de LanzaTech y presidenta de LanzaJet, destacó que el etanol "puede producirse prácticamente en cualquier parte del mundo, a partir de casi cualquier biomasa o desecho". Esto incluye residuos agrícolas, captura de CO2 o gases industriales, lo que elimina la competencia con la producción de alimentos y amplía significativamente el potencial de suministro global.
La tecnología, resultado de más de una década de desarrollo que incluyó la participación del Departamento de Energía de EE. UU. y el respaldo de grandes players como Shell, British Airways y Airbus, valida un modelo de economía circular donde los desechos se transforman en energía limpia para el transporte.
La puesta en marcha de Freedom Pines Fuels no solo demuestra que el proceso ATJ es funcional a escala industrial, sino que consolida a LanzaJet como líder en la comercialización de esta ruta tecnológica. Jimmy Samartzis, CEO de LanzaJet, afirmó que el éxito de la operación "nos coloca en una posición única para liderar la próxima década de crecimiento global" del SAF.

La disponibilidad de SAF totalmente compatible con los motores actuales es crítica para la aviación comercial. El etanol, al poder provenir de fuentes subutilizadas, habilita un modelo donde diferentes países pueden desarrollar sus propios centros de producción de SAF, impulsando la soberanía energética local.
La operación de la planta en Georgia es el punto de partida. Su valor reside en facilitar la replicación del proceso en otros mercados, permitiendo el desarrollo de centros de producción allí donde existan flujos de biomasa o residuos disponibles.
Redacción por dataPORTUARIA