La tregua alcanzada en el principal puerto uruguayo tras el extenso diferendo que virtualmente lo paralizó en octubre ha quedado rota. La Terminal Cuenca del Plata (TCP), operadora de Katoen Natie en Montevideo, comunicó la realización de un paro nacional de 24 horas que afectó a todos los puertos del país a partir de la tarde del jueves. La medida de fuerza fue impulsada por el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) en el contexto de una disputa por las condiciones laborales y la renegociación del convenio colectivo.
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El núcleo del actual conflicto radica en el reclamo del Supra por mejoras en las condiciones de trabajo y, específicamente, la exigencia de que se garantice una determinada cantidad de jornales para los trabajadores. El puerto de Montevideo opera bajo un convenio firmado en 2019 con los gremios locales, el cual estableció un sistema de jornales escalonados (cinco, nueve y 13 jornales).

Este convenio debía renegociarse este año, pero las conversaciones quedaron estancadas tras el conflicto que se extendió durante 25 días en octubre, motivado por la implementación de un nuevo software de gestión que, según la denuncia gremial, podía implicar despidos de personal. Si bien el paro de 24 horas tenía fecha de finalización, los delegados gremiales adelantaron que no descartan extender el reclamo si no obtienen una respuesta favorable a sus peticiones.
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Este nuevo quiebre en la operatoria se produce tras el reciente paro de 25 días, que generó un fuerte y sostenido malestar en transportistas, exportadores e importadores uruguayos. Sectores productivos han manifestado que, incluso pasadas dos semanas de la tregua, la normalización del comercio exterior del país no se había concretado completamente, dejando un visible “rezago operativo”.
La falta de capacidad y los continuos conflictos entre privados han afectado negativamente la competitividad del puerto uruguayo, llevando a las navieras a elegir llevar sus recaladas a Argentina o Brasil para transportar desde allí las mercancías que debían operar en Uruguay. Esta incertidumbre operativa había provocado incluso que se planteara considerar al puerto de Montevideo como “puerto sucio”, incapaz de garantizar la normal operativa.
Redacción por dataPORTUARIA