La Unión Europea (UE) ha dado un paso fundamental hacia la descarbonización del sector logístico al alcanzar un acuerdo político para estandarizar la medición de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por el transporte de pasajeros y mercancías.
La medida central es la adopción de la norma internacional ISO 14083:2023, que impondrá una metodología común para calcular el impacto ambiental de cada servicio, desde la producción del combustible hasta el consumo final, bajo el principio del "pozo a la rueda” (well-to-wheel).
El acuerdo, pendiente de adopción formal por el Consejo y el Parlamento Europeo, busca mitigar el impacto ambiental de un sector responsable de cerca del 30% de las emisiones totales de transporte en Europa. Hasta la fecha, la disparidad de métodos de cálculo entre los países miembros generaba opacidad y dificultades operativas. Con el nuevo estándar, cualquier compañía que decida transparentar sus emisiones deberá utilizar este marco único y global.
Según Thomas Danielsen, ministro de Transporte de Dinamarca, la iniciativa "dará a los ciudadanos y a las empresas una visión más clara del impacto ambiental de los servicios que utilizan".
La Comisión Europea complementará la medida con el desarrollo de una herramienta de cálculo gratuita, específicamente diseñada para facilitar la implementación de la metodología a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).

La unificación de los criterios de medición no es únicamente una cuestión de transparencia ambiental; es un factor que redefine la competitividad logística. Las empresas que logren certificar y demostrar una menor huella de carbono por tonelada transportada o por kilómetro recorrido obtendrán una ventaja distintiva.
En un contexto global donde grandes cargadores, consumidores e inversores exigen cada vez más cadenas de suministro limpias, disponer de un estándar internacional homologado (ISO 14083) se vuelve clave para acceder a nuevos contratos y cumplir con los requisitos de reporte de sostenibilidad (ESG).
El beneficio de esta armonización se extiende al transporte marítimo, aéreo y terrestre, facilitando la integración digital en los corredores logísticos transfronterizos de la UE. La disponibilidad de datos estandarizados permitirá a los gobiernos orientar mejor las políticas de transporte e incentivos fiscales.
La decisión de la UE se enmarca en la tendencia global conocida como "economía del cocodrilo". Este concepto describe la divergencia entre dos curvas: el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se eleva, mientras que las emisiones de carbono caen, emulando la forma de las mandíbulas abiertas del reptil.
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En la UE, esta desvinculación es palpable: las emisiones netas se han reducido un 37% desde 1990, mientras que el PIB ha crecido un 70%. Países como el Reino Unido han logrado una reducción de emisiones del 54% con un crecimiento económico del 84% en el mismo período. Este patrón es impulsado por la expansión de energías renovables, la electrificación del transporte y la digitalización logística.
Redacción por dataPORTUARIA