La carrera de Alejandro Fried, licenciado en Economía, se ha cimentado en un profundo conocimiento de la microeconomía aplicada y un enfoque holístico en la comprensión de las cadenas de valor. Desde sus inicios en la Fundación Mediterránea y su posterior rol como director ejecutivo de la Asociación de Industrias Argentina de Carnes, Fried adoptó una filosofía de gestión basada en la premisa ineludible de "entender el negocio" a fondo para generar impacto.
Esta experiencia se consolidó con la fundación de la consultora BIM (Bussines Issue Management), especializada en asuntos públicos con un enfoque 360. La consultora atendió a clientes del sector agropecuario, incluyendo multinacionales, y fue el conocimiento adquirido en la problemática de la propiedad intelectual en el sector semillero lo que, hace nueve años, culminó en la oportunidad de ingresar al negocio de semilla de algodón, dando origen a Gensus.

Fuente: La Nación - Juan Francisco Guiroy, coordinador del negocio de semillas en la Argentina de Cervecería y Maltería Quilmes; Patricio Munilla, gerente de marca de GDM, y Alejandro Fried, director de Gensus SA
Al iniciar la gestión, el equipo de Gensus identificó un mercado algodonero "totalmente desarticulado". El principal reto residía en la naturaleza autógama del algodón, lo que, sumado a una Ley de Semillas de 1973 con deficiencias en la protección de la propiedad intelectual, había generado que el reconocimiento del valor de la tecnología apenas alcanzara el 12% del mercado. Gensus (a través de Genética Mandiyú) era el único proveedor de semilla fiscalizada, operando en un entorno de alta informalidad.
La estrategia de Fried se centró en buscar un "orden institucional y de mercado". El trabajo incluyó la movilización de los organismos de contralor —INASE, SENASA y la Secretaría de Agricultura— para diseñar e implementar sistemas de captura de valor.
Este esfuerzo institucional permitió incrementar el reconocimiento de la tecnología a un notable 60% en el sector, marcando un avance para un cultivo autógamo en el país.

Gensus se centró en la creación de "sistemas de captura de valor" y la movilización de los gobiernos para que los organismos de contralor (INASE, SENASA, Secretaría de Agricultura) "hagan su trabajo" y ordenen el mercado. El objetivo no era solo proteger el negocio, sino el sistema en su conjunto, ya que la falta de control permitía la circulación y multiplicación de biotecnología no autorizada en el país.
Este foco persistente permitió que Gensus lograra un reconocimiento del valor de la tecnología del 60% hace dos años, un crecimiento inédito para un cultivo autógamo en el país.
La informalidad histórica del mercado desalentó a las grandes biotecnológicas internacionales de invertir en el país. Ante esta realidad, Gensus implementó una estrategia de innovación endógena, estableciendo alianzas con instituciones de investigación nacionales como el INTA y la FAUBA.
Esta colaboración busco mitigar la importante brecha tecnológica que existe con otros productores globales, como Brasil, que dispone de alrededor de 300 variedades comerciales y cerca de 40 eventos biotecnológicos, frente a las cuatro variedades y dos eventos de Argentina.
Un desarrollo reciente destacado es la aprobación de un evento biotecnológico triple (resistencia a BGRR, IMI, y variedades específicas) que Gensus prevé introducir al mercado en el mediano plazo. Este avance subraya la transición de la empresa hacia un rol activo en la generación de genética adaptada a las condiciones locales, buscando mejorar la competitividad del productor algodonero.
El cultivo del algodón es un motor económico y social para las economías regionales del Norte Grande (Chaco, Salta, Santiago del Estero y norte de Santa Fe), generando un importante impacto logístico e indirecto.

Alejandro Fried proyecta que, con la introducción de estas nuevas tecnologías y un manejo agronómico eficiente, el país podría duplicar su producción de algodón en los próximos cinco años.
Como reflexión final, el director de Gensus enfatizó la relevancia creciente de la geopolítica como un factor de gestión empresarial. Factores externos, desde conflictos hasta políticas comerciales, impactan directamente en la logística y los costos operativos de los commodities.
A largo plazo, Gensus aspira a consolidarse como un semillero innovador en el norte argentino, con un foco en el algodón y una creciente incursión en la exportación de tecnología y genética, incluyendo variedades específicas no OGM para mercados como el europeo.
La capacidad de operar con la "licencia social" y de influir positivamente en el marco regulatorio se mantiene como el eje central de su estrategia.