

El sector lácteo se consolida como un eje fundamental del entramado agroindustrial, exhibiendo un significativo dinamismo económico que impacta directamente en la infraestructura de transporte y almacenamiento. El crecimiento productivo concentrado en cuencas de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos, exige una coordinación intensificada entre los tambos, las plantas industriales y los operadores logísticos.
El aumento en la producción y el comercio exterior de productos lácteos está generando, como consigna el medio especializado Movant Connection, "un mayor movimiento logístico a lo largo de toda la cadena de frío, desde los tambos hasta los puertos". La necesidad de mantener la cadena de frío y garantizar la trazabilidad desde el origen hasta los puertos ha impulsado inversiones específicas en transporte especializado y centros de acopio con control térmico.
Según datos de la Secretaría de Agricultura, las exportaciones lácteas representaron el 25% de la producción total nacional, con un volumen despachado de 243.766 toneladas. El aumento del 13% en el valor de los envíos, que totalizaron USD 980 millones, evidencia la competitividad del sector en los mercados globales.
Los principales productos de exportación son la leche en polvo entera, los quesos semiduros y el suero en polvo, con destinos clave en Asia, África y América Latina. La articulación logística entre los corredores terrestres y las terminales portuarias del Gran Rosario y Buenos Aires resulta crucial para mantener el ritmo exportador y cumplir con las ventanas de embarque internacionales.
El desempeño del sector, tal como lo destaca la fuente citada, refleja un esfuerzo conjunto entre productores, industrias y organismos públicos para aumentar la eficiencia productiva y tecnológica, con la incorporación de sistemas automatizados y la digitalización en los procesos de despacho para reducir pérdidas y aumentar la competitividad logística.
El sostenido desempeño exportador se complementa con una consolidación de la demanda interna. En los primeros ocho meses de 2025, se registró un crecimiento del 5% en el consumo de leche fluida y cerca del 9% en el de quesos.
Este equilibrio entre la atención del mercado interno y la expansión exportadora es un elemento clave para la continuidad operativa del sistema logístico. Asegura un flujo constante de productos desde los centros de procesamiento, permitiendo a los operadores maximizar la utilización de la capacidad de almacenamiento y transporte. La competitividad global de Argentina en este rubro se basa, en gran medida, en la eficiencia con la que se gestiona la complejidad de la cadena de frío y el movimiento de grandes volúmenes.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: MovantConnection