

A menos de un mes de la celebración de la COP30 en Belém, una nueva alianza internacional ha emergido con un objetivo claro y cuantificable: acelerar la transición energética en sectores de difícil mitigación. Brasil, India, Italia y Japón han anunciado formalmente un compromiso para cuadruplicar la producción y el consumo de combustibles limpios para el año 2035, tomando como referencia los niveles de 2024.
La iniciativa, presentada en Brasilia, busca dar un paso concreto hacia los compromisos globales emanados de la COP28, enfocándose en sustituir progresivamente los combustibles fósiles en industrias con alto consumo energético.
El compromiso apunta a promover el uso de combustibles sostenibles en áreas donde la electrificación total aún presenta desafíos técnicos y de infraestructura. Los vectores energéticos incluidos en la alianza son:
Biocombustibles avanzados.
Hidrógeno (y sus derivados).
Combustibles sintéticos capaces de emular a los hidrocarburos.
Estos productos son esenciales para la descarbonización de los sectores de difícil descarbonización, término técnico que incluye el transporte aéreo y marítimo, así como las industrias del cemento y el acero. Joao Marcos Paes, director del departamento de energía de la cancillería brasileña, destacó que, si bien la tecnología existe, no se cuenta aún con “una producción en un volumen suficiente” para generar un impacto significativo en las emisiones globales.
El esfuerzo de Brasil y sus aliados ha recibido un fuerte respaldo de organismos internacionales. Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), celebró la apuesta por los combustibles sostenibles, aunque introdujo una advertencia crítica.
El especialista de Irena enfatizó la importancia de la sostenibilidad en la cadena de suministro, señalando que la producción de ciertos biocombustibles puede requerir grandes extensiones de tierra para cultivos como la caña de azúcar o la soja. La preocupación radica en evitar que la expansión de estas fuentes energéticas genere impactos ambientales o sociales derivados del uso intensivo de la tierra, resaltando que la “sostenibilidad del combustible también debe ser sostenible desde el punto de vista del uso de la tierra”.
La iniciativa se enmarca en la directriz global de la COP28 de realizar una "transición" ordenada hacia una salida gradual de los combustibles fósiles, considerados los principales causantes del calentamiento global de origen humano.
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El compromiso de Brasil, India, Italia y Japón no se limita a las metas internas; el diplomático brasileño Joao Marcos Paes anticipó que se espera sumar un "buen número de adhesiones" durante la COP30, incluyendo el interés manifestado por “otros países europeos”.
La cooperación internacional y la innovación tecnológica se consolidan como pilares para alcanzar la meta de cuadruplicación. El éxito del programa dependerá de la capacidad de los países para fortalecer las cadenas de suministro, asegurar el financiamiento para la expansión de la capacidad productiva, y garantizar la adopción masiva de estas soluciones en las industrias de transporte y manufactura. La propuesta busca, en definitiva, generar una estrategia eficaz y escalable a corto y mediano plazo para mitigar el calentamiento global.
Redacción por DataPortuaria