

YPF y la petrolera italiana ENI han dado un paso crucial para la materialización del proyecto de gas natural licuado (GNL) en Argentina, ¿pero qué implica este acuerdo y cuál es su verdadero alcance para el desarrollo energético del país? La firma del acuerdo de ingeniería final es el paso previo a la Decisión Final de Inversión (FID), lo que consolida la viabilidad técnica y económica del proyecto "Argentina LNG", una de las iniciativas más ambiciosas en la historia energética nacional.
El proyecto, que contempla una capacidad inicial de 12 MTPA (millones de toneladas anuales), con la posibilidad de expandirse a 18 MTPA, tiene como objetivo principal la exportación de GNL desde las costas de Río Negro, con proyecciones de exportación que podrían alcanzar los USD 20.000 millones anuales. Para ello, se prevé la instalación de dos plantas de licuefacción flotantes, una infraestructura que se complementará con la construcción de un gasoducto de 48 pulgadas con una capacidad de transporte de hasta 100 millones de metros cúbicos diarios.
La inversión total para la infraestructura del proyecto se estima entre USD 25.000 y 30.000 millones, a lo que se suman USD 15.000 millones adicionales para la perforación y la expansión de la producción de gas. Ante este monumental requerimiento de capital, YPF y ENI buscarán un financiamiento de USD 20.000 millones a través de bancos internacionales, cubriendo así el 70% del costo de la infraestructura. Este plan de financiamiento destaca la robustez del proyecto, el cual, según el presidente de YPF, Horacio Marín, es "muy sólido" y tiene un potencial significativo en el contexto de la creciente demanda global de GNL.
El proyecto no solo tiene un impacto económico, sino que también se proyecta como un motor de desarrollo productivo y laboral. Según las estimaciones, la iniciativa podría generar hasta 50.000 empleos directos e indirectos, lo que subraya su relevancia estratégica para la economía y el mercado laboral argentino.
Redacción por DataPortuaria