

La temporada de langostino 2025 en aguas nacionales, recientemente concluida, es un caso de estudio que ilustra perfectamente esta dinámica. La zafra, con más de 77.000 toneladas desembarcadas, se caracterizó por su singularidad.
El inicio de las operaciones se vio demorado por un prolongado conflicto gremial entre los sindicatos marítimos y las cámaras empresarias. Esta situación mantuvo a la flota congeladora inmovilizada hasta bien entrado julio, retrasando el aprovechamiento de un recurso que, según las prospecciones del INIDEP, se presentaba en abundancia.
Finalmente, los acuerdos parciales y definitivos, impulsados por la necesidad de reactivar la actividad, permitieron que la flota comenzara a operar. Los primeros lances mostraron capturas prometedoras, con ejemplares de tallas comerciales L1 y L2, confirmando una biología favorable en las zonas de pesca. Sin embargo, la fragilidad institucional en las negociaciones laborales y la división sindical generaron un clima de tensión que definió las primeras semanas de la temporada.
La segunda mitad de la zafra estuvo marcada por un factor ambiental: la creciente presencia de juveniles de merluza. A fines de agosto, el INIDEP emitió alertas por el bycatch (captura incidental) de esta especie, lo que llevó al Consejo Federal Pesquero (CFP) a ordenar cierres preventivos. Este fenómeno, sumado a la caída en los rendimientos del langostino, aceleró el fin de la temporada.
La zafra 2025 concluyó oficialmente el 2 de octubre, con el cierre total de las últimas subáreas. El balance demuestra que, a pesar de su corta duración, fue productiva en términos biológicos, con picos de desembarque en agosto y septiembre. Puertos como Puerto Madryn y Mar del Plata fueron epicentros clave de la actividad, reflejando el protagonismo de la flota congeladora y fresquera, respectivamente.
La temporada de langostino 2025 deja una lección crucial: la sostenibilidad de la pesquería no depende únicamente de la abundancia del recurso, sino también de la capacidad del sector para mantener el diálogo social y la gestión responsable frente a los desafíos. El desafío para el año 2026 será capitalizar la riqueza del recurso sin los sobresaltos que caracterizaron esta atípica zafra.
Redacción por DataPortuaria