

Egipto, un actor emergente en el mercado global de gas, se enfrenta a un desafío logístico y de demanda. Tras un año en el que duplicó sus compras de gas natural licuado (GNL), la importadora estatal Egyptian Natural Gas Holding ha solicitado a sus proveedores que aplacen al menos 20 envíos programados para el resto del año. Estos cargamentos se reprogramarán para el primer trimestre de 2026 debido a que la demanda ha sido menor de lo esperado, lo que ha provocado un exceso de suministro en sus puertos.
La situación ha generado imágenes de buques metaneros haciendo “cola” en los puertos egipcios, con algunos de ellos esperando más de una semana para poder descargar. Este desajuste subraya la naturaleza impredecible del comercio con este nuevo importador, a pesar de que el país tenía una previsión de recibir 48 envíos para el cuarto trimestre, una cantidad menor en comparación con el pico de 66 envíos del tercer trimestre, que corresponde a la temporada de máxima demanda en verano.
A pesar de sus ambiciones de convertirse en un centro regional de exportación de GNL en el Mediterráneo Oriental, la Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos señala que una serie de factores presenta serios desafíos para Egipto. El conflicto entre Israel y Gaza ha afectado las importaciones de gas natural israelí, y los ataques a buques marítimos han interrumpido el tráfico comercial, reduciendo los ingresos por tarifas de tránsito.
Además, el aumento del consumo interno, sumado a una producción nacional de gas en declive, ha ejercido una presión significativa sobre el balance energético del país. Si bien la disminución de las importaciones en Egipto podría liberar suministro para los compradores europeos y contribuir a una baja en los precios, la situación destaca la complejidad de las operaciones en un mercado energético volátil.
Redacción por DataPortuaria