

Las mallas fotoselectivas, una tecnología desarrollada por la empresa mendocina Agrinet, están transformando la producción agrícola. A diferencia de las mallas de sombreo tradicionales que solo reducen la luz, este producto filtra la composición espectral de la luz solar, lo que permite estimular respuestas fisiológicas específicas en las plantas. Juan Ignacio Losada, gerente industrial de Agrinet, afirmó que
“Estamos ante un cambio de paradigma en la forma de proteger y potenciar los cultivos”
La tecnología, basada en investigaciones de la Universidad de Concepción de Chile, utiliza distintos colores de tejido para optimizar el crecimiento y la calidad de los cultivos.
El funcionamiento de estas mallas se basa en la manipulación de las longitudes de onda de la luz:
Mallas rojas: Promueven el crecimiento de los frutos y el tamaño de la planta al aumentar la luz roja en el espectro.
Mallas azules: Favorecen el crecimiento vegetativo y la producción de biomasa al incrementar la luz azul.
Mallas blancas o perlas: Ofrecen protección y difunden la luz de manera uniforme, mejorando la fotosíntesis en toda la planta.
Además de potenciar el rendimiento, las mallas fotoselectivas actúan como una solución integral contra los efectos del cambio climático. Brindan protección contra el granizo, vientos y lluvias intensas, reducen el estrés hídrico de los cultivos y ayudan a controlar plagas y enfermedades de forma natural al filtrar la radiación UV. Esto reduce la necesidad de utilizar agroquímicos y fomenta un uso más eficiente del agua.
Esta tecnología, que se produce en una planta de 5.000 m² en Mendoza, ya se exporta a países como Colombia, Perú, Chile y México, demostrando su adaptabilidad y el potencial de la innovación argentina en el sector agrícola a nivel global.
Redacción por DataPortuaria