

El Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Energía, ha implementado una nueva actualización en los precios de los biocombustibles, respondiendo a los recurrentes pedidos de la Liga de Provincias Bioenergéticas, gobernadores de las regiones del Norte y Centro del país, y de la Unión Industrial Argentina (UIA). Esta medida llega después de varios meses de reclamos y dos ajustes previos para el biodiésel en septiembre.
Según lo establecido en las Resoluciones 385/2025 y 386/2025, publicadas en el Boletín Oficial, se fijaron los nuevos valores mínimos para el biodiésel y el bioetanol, los cuales se aplican al producido a base de caña de azúcar y maíz. Los incrementos son del 6,71% para el biodiésel y del 4% para el bioetanol, y regirán durante el mes de octubre. La normativa también confiere a la Secretaría de Energía la facultad de modificar los procedimientos de determinación de precios.
El objetivo principal de esta medida es compensar la pérdida de ingresos de las plantas industriales y rectificar el desfase acumulado en relación con los costos de producción. En el caso del biodiésel, el precio mínimo por tonelada se elevó de $1.413.861 a $1.508.704. Por su parte, el bioetanol de caña de azúcar ascendió a $891,286 por litro, y el de maíz a $816,887.
Con estos ajustes, los incrementos acumulados a lo largo de 2025 ascienden a 41,72% para el biodiésel y 26,64% para el bioetanol, cifras que superan la inflación estimada para el mismo período, que se sitúa alrededor del 24,5%. Fuentes de la cartera energética explicaron que estos cambios buscan "preservar la sustentabilidad económica del sector sin generar desequilibrios en los precios para los consumidores".
La normativa también habilita a la Secretaría a ajustar los métodos de cálculo de precios si se detectan divergencias con los costos reales o distorsiones del mercado. Este mecanismo permitirá al Gobierno adaptar los valores según la evolución de las variables económicas y los cambios en el esquema de retenciones o los insumos agrícolas, con el fin de "mantener la competitividad del sector bioenergético sin trasladar presiones indebidas al sistema de combustibles".
A pesar del ajuste, el sector ha mostrado un alivio moderado, ya que las cámaras empresariales consideran que el aumento sigue siendo inferior a los costos operativos. Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (Capba), señaló que el sector es la "única commodity energética de Argentina cuyos precios están fijados en pesos", lo que, junto a la volatilidad del dólar, afecta la rentabilidad de las plantas. Los productores han reportado que en algunos meses la rentabilidad fue nula o incluso negativa, a pesar de los incrementos autorizados.
El reclamo de un esquema de precios más dinámico fue apoyado por la UIA, que recientemente solicitó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su respaldo al proyecto de Ley de Biocombustibles promovido por la Liga de Provincias Bioenergéticas. La entidad había advertido sobre un potencial "colapso productivo" en las economías regionales si no se actualizaban los valores, lo que generó preocupación, especialmente en las provincias donde la industria del bioetanol es una fuente importante de empleo. La publicación de las resoluciones coincidió con esta advertencia, lo que fue visto como una señal de apertura por parte del Poder Ejecutivo.
Redacción por DataPortuaria