

La agricultura latinoamericana está experimentando una profunda transformación, impulsada por la tecnología. Este cambio es una respuesta a la necesidad de aumentar la producción sin expandir las áreas de cultivo, sumado a la urgencia climática y las crecientes demandas de trazabilidad del mercado global. Este escenario ha propiciado el desarrollo de un dinámico ecosistema agrotech que integra innovación científica, datos en tiempo real y nuevos métodos de financiamiento.
Según datos del BID Lab y la FAO, el número de startups agrotech y el volumen de inversión en la región crecieron más de un 30% entre 2022 y 2024. Brasil, Argentina, Chile, México y Colombia se consolidan como los principales centros de este desarrollo. Estas empresas emergentes no solo digitalizan procesos, sino que también reconfiguran las cadenas de valor agroalimentarias, priorizando la trazabilidad, la eficiencia en el uso del agua y la sustentabilidad en cada etapa.
En un contexto de volatilidad climática y tensiones comerciales, las startups agrotech se han convertido en aliados estratégicos para mantener la competitividad de América Latina en la producción de alimentos. Sus aportes, que van desde la robótica hasta la biotecnología verde, se traducen en una mayor resiliencia y una menor huella ambiental.
El ecosistema regional muestra una tendencia hacia la integración tecnológica transversal, abarcando desde sensores y plataformas de gestión hasta bioinsumos y modelos de agricultura regenerativa. Este dinamismo también atrae a inversores internacionales y corporaciones agroindustriales, que buscan colaborar con emprendedores locales que combinen conocimiento técnico, impacto ambiental positivo y potencial de escalabilidad.
A continuación, se destacan diez startups clave que están liderando esta revolución en la región:
Solinftec (Brasil): Se enfoca en la automatización agrícola mediante robótica e inteligencia artificial.
Kilimo (Argentina): Utiliza IA y análisis satelital para la gestión hídrica.
Auravant (Argentina): Proporciona mapas y monitoreo para la agricultura de precisión.
Instacrops (Chile): Monitorea el clima y el suelo con sensores y datos en tiempo real.
Verqor (México): Una fintech que ofrece créditos digitales para el sector agrícola.
Puna Bio (Argentina): Desarrolla biotecnología regenerativa basada en microorganismos andinos.
SiembraCo (Colombia): Un marketplace para el comercio agrícola directo.
AgroUrbana (Chile): Especializada en agricultura vertical urbana.
Unibaio (Argentina): Produce bioinsumos de precisión con tecnología encapsulada.
Apolo Biotech (Argentina): Crea bioestimulantes y soluciones para la resiliencia de cultivos.
Según Manuel Otero, director general del IICA, estas startups "no solo impulsan la productividad, sino que también promueven un nuevo modelo agroalimentario más inclusivo y resiliente". Por su parte, Adriana Ocampo, del BID Lab, subraya que la cooperación público-privada es fundamental para escalar estas soluciones.
Estas empresas reflejan una clara convergencia entre tecnología digital, biotecnología y sustentabilidad. La agricultura de precisión, el uso de inteligencia artificial y la valoración de datos se combinan con estrategias para reducir la huella de carbono y el consumo de agua.
A pesar del dinamismo, el sector agrotech enfrenta desafíos como la falta de conectividad en zonas rurales, limitaciones logísticas y la escasez de financiamiento de riesgo. No obstante, la demanda de soluciones sostenibles y la creciente cooperación regional ofrecen una gran oportunidad para que América Latina se posicione como líder en innovación agrícola global.
Redacción por DataPortuaria