

Los productores del Valle de Río Negro y Neuquén alcanzaron un hito en la cosecha de peras y manzanas de 2025, al registrar una producción teórica superior a 1,18 millones de toneladas. De acuerdo con informes de entidades oficiales como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro (SEFRN), el volumen cosechado hasta agosto representa un crecimiento del 9% respecto a 2024 y supera en un 7% el promedio del último lustro.
Este escenario es alentador para una región cuya economía se apoya en las pomáceas. Los datos confirman que la campaña 2025 se perfila como una de las más sólidas en términos de volumen y proyección de mercado.
La pera se consolidó como protagonista de la temporada, con 661.200 toneladas, lo que representa el 56% del total de la producción. Por su parte, las manzanas aportaron 526.100 toneladas, completando el 44% restante.
Fuente: +P CON DATOS DEL SENASA Y SEFRN
Un análisis detallado revela que, si bien la producción de manzana se mantiene en una franja de estabilidad con fluctuaciones moderadas, la de pera exhibe un crecimiento sostenido que se consolida desde la campaña 2022.
Manzanas: la industria como principal destino
El destino de las manzanas en 2025 se distribuyó de la siguiente manera: 187.300 toneladas para la industria, 160.100 toneladas para el mercado interno, 68.400 toneladas para exportación y 113.900 toneladas en stock en frío.
Este desglose evidencia que la industria es el principal canal de destino de la manzana, un hecho que refleja tanto el valor agregado que aporta este sector como las dificultades que enfrenta el producto para sostener mayores volúmenes de exportación y comercialización en fresco.
En contraste, la cosecha de peras muestra una curva ascendente constante. Desde un volumen de 546.300 toneladas en 2022, la producción escaló hasta alcanzar el techo histórico de 661.200 toneladas en 2025. El desglose del destino de esta fruta muestra un claro liderazgo de la exportación: 294.500 toneladas fueron destinadas al mercado externo, 210.600 toneladas a la industria, 78.200 toneladas a stock en frío y 77.900 toneladas al mercado interno.
Este perfil exportador convierte a la pera en una carta fuerte del Alto Valle en los mercados internacionales, con Europa, Estados Unidos y Brasil como destinos clave.
Los buenos resultados de 2025 se explican por una combinación de factores favorables:
Condiciones climáticas propicias: La temporada 2024-2025 se caracterizó por una menor incidencia de heladas tardías y granizos, fenómenos que suelen ser críticos en la región.
Manejo tecnológico: Los avances en sistemas de riego, técnicas de poda y protección de cultivos han permitido optimizar los rendimientos y la calidad de la fruta.
Mercados dinámicos: La mayor demanda externa de peras y el consumo interno estable de manzanas contribuyeron a sostener precios y dinamizar la salida de la fruta.
Es importante aclarar que la cosecha teórica es una construcción estadística que combina la fruta comercializada y los stocks en cámaras frigoríficas hasta agosto. Los datos, aunque no absolutos, son indicadores sólidos de las tendencias productivas. El desafío para el sector ahora es traducir este volumen récord en una mayor rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo, en un contexto de costos crecientes y competitividad internacional.
En conclusión, la cosecha de 2025 confirma al Valle de Río Negro y Neuquén como el corazón frutícola del país. Con peras y manzanas que alcanzan máximos en volumen y con un entramado productivo que se adapta a los vaivenes del mercado, la región demuestra su capacidad de proyección a futuro.
Redacción por DataPortuaria