

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) publicó un nuevo estudio que advierte sobre un posible déficit de Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF) en el futuro. El informe proyecta que, aun con una expansión acelerada, la producción mundial de SAF alcanzaría 400 millones de toneladas en 2050, 20% por debajo de las 500 millones de toneladas necesarias para que la industria cumpla con su meta de cero emisiones netas de CO₂.
Esta brecha, más allá del dato ambiental, revela un desafío logístico de gran magnitud en la recolección, procesamiento y distribución de biomasa, residuos y dióxido de carbono capturado.
El análisis de IATA enfatiza que el verdadero desafío no es únicamente técnico, sino logístico. La biomasa, por ejemplo, es un insumo con un enorme potencial, pero gran parte de los residuos agrícolas y forestales que podrían alimentar la producción de SAF están dispersos en pequeñas explotaciones y con poca estandarización en sus procesos de recolección. Para aprovechar este potencial, será necesario crear centros de agregación, redes de transporte rural más desarrolladas y sistemas de almacenamiento que garanticen un suministro constante.
Actualmente, más del 90% de la producción de SAF proviene de la ruta tecnológica HEFA (basada en aceites y grasas), que es la más madura y económica. Sin embargo, el informe señala que su expansión está limitada por la escasez de aceites vegetales y residuos grasos. Por lo tanto, el salto en la producción deberá provenir de tecnologías más incipientes, como la conversión de etanol a SAF, la gasificación de residuos forestales o el Power-to-Liquid (PtL). La mayoría de estas tecnologías aún no alcanzó la madurez comercial necesaria y su masificación exigirá alianzas público-privadas, financiamiento a gran escala y políticas de largo plazo.
El estudio identifica a Estados Unidos, Brasil, India, China y partes de Europa como los grandes polos productores de SAF hacia 2050. Para que estos combustibles lleguen efectivamente a los aeropuertos, será necesario rediseñar la cadena de suministro aeronáutica, incluyendo la construcción de plantas de producción cercanas a hubs logísticos y aeropuertos internacionales. La dependencia de estas rutas críticas crea un frente geopolítico, ya que cualquier interrupción podría afectar la capacidad operativa de las aerolíneas.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: MovantConnection