

La naviera Maersk anunció a sus clientes que no aplicará recargos adicionales derivados de la nueva tarifa que cobrará Estados Unidos a los buques construidos en China que operen en sus puertos. El nuevo arancel, implementado bajo la Sección 301 del USTR, entrará en vigencia el 14 de octubre de 2025.
La compañía danesa aseguró que sus servicios se mantendrán sin cambios y que no prevé realizar ajustes en sus rutas portuarias en Estados Unidos. Maersk indicó que seguirá monitoreando el panorama regulatorio y que informará a sus clientes sobre cualquier modificación futura.
La Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 es un mecanismo que permite al Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) investigar y aplicar medidas contra prácticas comerciales extranjeras que considere injustas. En el contexto marítimo-portuario, esta herramienta se utiliza para imponer tarifas específicas a buques construidos en China o a los operados por empresas chinas, en el marco de la guerra comercial entre ambos países.
La tarifa inicial será de 50 dólares por tonelada neta para cada buque construido u operado por empresas chinas que arribe a puertos de Estados Unidos. Este monto se aplicará por cada ingreso y se incrementará de forma escalonada hasta alcanzar los 140 dólares por tonelada neta en abril de 2028. En el caso de un portacontenedores de 70.000 toneladas netas, el impacto podría oscilar entre 3,5 millones y 9,8 millones de dólares por escala en un período de tres años.
Otras navieras como Cosco y OOCL también han comunicado que no traspasarán estos costos a sus clientes.
Redacción por DataPortuaria