

La explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta se ha convertido en un pilar fundamental de la economía argentina. Según análisis del sector privado, el yacimiento tiene una proyección de exportaciones que, en sus escenarios más conservadores, igualaría los ingresos actuales del sector agropecuario. Este nuevo peso político-económico fue evidente en un evento de Pan American Energy (PAE) que reunió a ejecutivos del sector, gobernadores y legisladores.
Los datos macroeconómicos respaldan esta centralidad. Argentina registra en 2025 el mayor superávit energético en 35 años, con un saldo positivo que se espera que supere los USD 6.000 millones para fin de año. Entre enero y agosto, las exportaciones de petróleo y gas crecieron un 11% interanual, representando más del 13% de las ventas externas totales del país, mientras que las importaciones de energía cayeron un 23%.
Las proyecciones para 2030 prevén dos escenarios. Uno optimista, con exportaciones de USD 36.000-37.000 millones, que dependería de grandes inversiones en infraestructura y estabilidad macroeconómica. Un segundo escenario, más conservador, calcula ingresos por USD 25.000-26.000 millones, un monto que equipararía las exportaciones actuales del campo.
Existe un amplio consenso en que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) ha sido clave para la aceleración de las inversiones. Se espera que cualquier futuro gobierno mantenga este marco legal para no desincentivar la llegada de capitales. Un ejemplo de esto es el proyecto Argentina LNG, un consorcio de PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG, con una inversión estimada de USD 7.000 millones, que incluye dos buques licuefactores en el Golfo San Matías (Río Negro).
Pese a la partida de algunas compañías extranjeras, atribuida a las restricciones para la repatriación de dividendos, el panorama de inversiones se mantiene dinámico. En el sector no se prevén grandes sobresaltos ante un posible cambio de gobierno en 2027, ya que la generación de divisas de Vaca Muerta es vista como una necesidad de Estado que trasciende las ideologías partidarias. La visión general es que Vaca Muerta se perfila como la garantía de estabilidad financiera para la próxima década, proporcionando los dólares necesarios para cumplir con los compromisos de deuda externa y sentando las bases para el crecimiento económico.
Redacción por DataPortuaria