

El puerto de Mar del Plata ha consolidado un estándar de calidad excepcional en la descarga de langostino fresco, un logro que responde a un proceso estructurado y una cultura de trabajo orientada a la excelencia. El pilar de esta calidad es el agua utilizada para la producción de hielo, cuya pureza es esencial para preservar la frescura del marisco. A bordo, los pescadores disponen cada cajón con capas de hielo y marisco, siguiendo un protocolo que garantiza que el langostino mantenga su textura, frescura y sabor intactos.
A pesar de la creencia de que la cercanía a puerto garantiza calidad, la verdadera diferencia está en la disciplina y el profesionalismo de la tripulación. Experiencias como las descargas del buque San Matías demuestran un nivel de calidad superior, fruto del trabajo de un equipo cohesionado.
Esta filosofía colectiva de mejora continua se ve potenciada por la decisión de múltiples armadores de descargar su producción en Mar del Plata, lo que genera un círculo virtuoso que eleva la calidad del producto final, impulsa el empleo en plantas procesadoras y dinamiza la actividad en los muelles.
Detrás de este modelo exitoso se encuentran empresarios locales que han hecho de la calidad un principio rector. Su visión se traduce en inversiones constantes para modernizar plantas, optimizar procesos y capacitar al personal, con el objetivo de fortalecer una industria que compite en los mercados internacionales más exigentes.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Pescare