

En medio del proceso de "cram down", que busca salvar a Vicentin SAIC de la quiebra, el grupo Grassi (Commodities SA) se encuentra en conversaciones con Cargill para consolidar su estrategia de rescate. El grupo Grassi presentó una propuesta "disruptiva" al ofrecer entre 12 y 13 millones de dólares para garantizar la operación de las plantas industriales de Vicentin durante la parada técnica que debe realizarse este año. El aporte deberá ser restituido por el adjudicatario del "cram down" en un plazo de 15 días posteriores a la homologación del acuerdo preventivo.
Esta propuesta, sin embargo, se enfrenta a la competencia de otros interesados. Bunge, por un lado, y Molinos Agro junto a LDC, por otro, también solicitaron información al juez concursal Fabián Lorenzini para diseñar sus propias ofertas de rescate. En un escrito, los síndicos del concurso recomendaron al juez no aceptar la propuesta del grupo Grassi y esperar a que todos los interesados presenten sus propuestas.
La propuesta del grupo Grassi tiene mayor probabilidad de alcanzar la mayoría por capital, ya que está vinculado a CIMA Investments S.A., que adquirió las acreencias concursales por un total de 447,1 millones de dólares. A pesar de esto, el "partido" del "cram down" se definirá por la capacidad de los oferentes de convencer a los 2.638 acreedores, en su mayoría pequeños y medianos, cuya conformidad es necesaria para lograr la mayoría numérica.
Con la valuación de la empresa ya establecida, el juez ahora debe fijar el valor de las acciones. Posteriormente, las empresas habilitadas tendrán un plazo de 30 días para presentar sus propuestas de salvataje y lograr la conformidad de los acreedores.
Redacción por DataPortuaria