Rusia y China han alcanzado un acuerdo para construir el gasoducto Power of Siberia 2, un proyecto que promete reconfigurar el escenario energético mundial. El anuncio, realizado durante la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Beijing, refuerza la estrategia de Moscú de diversificar sus mercados de exportación de gas, tras el retroceso de sus envíos a la Unión Europea. La empresa estatal Gazprom precisó que el documento firmado es un "memorando de construcción legalmente vinculante", lo que le da al proyecto un marco institucional sólido.
La iniciativa contempla un trazado de más de 6.000 kilómetros, que atravesará Mongolia, y tendrá una capacidad para transportar hasta 50.000 millones de metros cúbicos anuales de gas desde Siberia occidental hacia el mercado asiático.

La construcción de Power of Siberia 2 tiene implicancias geopolíticas significativas. Consolidaría a China como el principal cliente del gas ruso, mientras que Moscú reduciría aún más su dependencia del mercado europeo, que tiene como objetivo dejar de comprar gas ruso para 2027.
Según expertos, el eventual desplazamiento del gas ruso hacia Asia podría generar un margen de acción en el mercado europeo para otros proveedores. Para países como Argentina, que busca consolidarse como exportador de GNL desde Vaca Muerta, esta reconfiguración del mercado representa una oportunidad a largo plazo. Sin embargo, aún no hay cifras oficiales sobre el precio del gas que regirá en el suministro a China.
Redacción por DataPortuaria