

La contracción se explica por las restricciones de financiamiento y la creciente exposición a precios de energía negativos, especialmente en mercados como China continental, España, Grecia y Brasil. El golpe más fuerte lo sintió la energía solar fotovoltaica a gran escala, con una caída del 19% interanual. No obstante, las instalaciones solares a pequeña escala compensaron esta baja, gracias a su rápida implementación.
En contraste, la energía eólica offshore se consolidó como el motor de la expansión, atrayendo 39.000 millones de dólares en el primer semestre, superando lo invertido en todo 2024. Este dinamismo se debe a los megaproyectos y a los cronogramas de subastas estatales que concentran grandes picos de inversión.
A nivel regional, Estados Unidos experimentó la mayor contracción, con una caída del 36% en su nueva inversión. Esto se atribuye a un clima político deteriorado y a la incertidumbre tarifaria. En contrapartida, Europa emerge como un receptor clave de inversiones, captando casi 30.000 millones de dólares adicionales, un salto del 63% respecto al semestre anterior, principalmente por el auge de proyectos eólicos marinos en el Mar del Norte.
A pesar de la diversificación, China continental sigue siendo el gigante del sector, concentrando el 44% de la nueva inversión mundial, mientras que los mercados emergentes mantienen sus niveles de inversión de 2024.
Redacción por DataPortuaria