

En julio de 2025, las exportaciones de carne vacuna alcanzaron un valor de 346,9 millones de dólares, un aumento del 51,7% en comparación con el mismo mes de 2024. Este incremento se debe a una notable suba en el precio promedio por tonelada, que llegó a 5.577 dólares. A pesar de estos resultados positivos, el volumen total acumulado en los primeros siete meses del año, de 376.245 toneladas, sigue siendo un 14,5% menor que el del año anterior.
El análisis del mercado muestra un leve retroceso en las ventas a China en julio, con una caída del 7% en volumen respecto a junio. Esta tendencia podría profundizarse en agosto debido a la disrupción comercial causada por los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a Brasil. Con un arancel final del 76,4% para ingresar al mercado norteamericano, Brasil se ve obligado a redirigir sus excedentes de carne hacia otros destinos, con China como el principal foco.
Este redireccionamiento de los flujos de carne brasileña representa un desafío significativo para Argentina, que tiene en China a su principal comprador. Los datos preliminares de agosto, basados en las certificaciones del SENASA, ya anticipan una nueva retracción en los volúmenes exportables de carne argentina hacia el gigante asiático.
Otro indicador preocupante es el aumento de los stocks de carne vacuna importada en los almacenes chinos. Un índice elaborado por la consultora OIG+X muestra un incremento de los inventarios de 10 puntos básicos en lo que va del año, lo que podría reflejar una mayor dificultad del mercado chino para absorber la mercadería.
Compensar la caída de 54.500 toneladas en el volumen acumulado y alcanzar los niveles de exportación de 2024 implicaría aumentar el ritmo de embarques en un 25% durante los meses restantes. Esta meta, a priori, se presenta como un desafío ambicioso en el nuevo escenario de juego que se configura en el mercado global.
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Redacción por DataPortuaria