

La Tormenta de Santa Rosa llegó este año de forma puntual y con una intensidad que la ha hecho pasar a la historia. Productores, pobladores y expertos en clima coinciden en que no existen antecedentes de un episodio de lluvias y tormentas tan generalizado en el centro de Argentina, con descargas que superaron los 300 milímetros en algunas zonas.
Los registros de diversas fuentes muestran precipitaciones que, en general, se ubicaron entre los 100 y 200 milímetros, una cifra inusualmente alta para el invierno. La consecuencia fue inevitable: numerosos pueblos y campos han quedado inundados, especialmente en el centro de Córdoba y el centro-oeste de Buenos Aires, una zona ya castigada por el exceso de agua.
El impacto en la producción agrícola es mixto. Por un lado, muchos lotes sembrados con cultivos de invierno que se encuentran anegados sufrirán pérdidas. Por otro lado, en las zonas donde el agua drenó rápidamente, los campos quedan en condiciones inmejorables para lograr altos rendimientos en la próxima campaña.
Los reportes coinciden en que las lluvias más intensas se registraron en una amplia franja que va desde el centro-norte de Buenos Aires hasta el norte de Mendoza. El territorio cordobés fue uno de los más afectados, con un máximo de 331 milímetros en Cruz Alta y valores cercanos a 200 mm en Bell Ville y Monte Buey.
En Santa Fe, María Teresa registró 220 mm y en el norte de Buenos Aires, los valores también se ubicaron en torno a los 100 mm. Un técnico en meteorología cordobés, Rafael Di Marco, señaló que en varias localidades, como Córdoba capital y Mendoza, los niveles de lluvia son los más altos desde que existen registros a finales del Siglo XIX.
Redacción por DataPortuaria