

SPI Astilleros y el Grupo Conarpesa celebraron con una emotiva ceremonia el bautismo de mar de los buques pesqueros “S. Tenorio” y “J. Barreiro”, en un evento que marca un nuevo hito para la industria naval nacional y reafirma el compromiso de ambas empresas con el desarrollo productivo del país. La ceremonia, que tuvo lugar en las instalaciones de SPI Astilleros ubicadas en el Puerto de Mar del Plata, reunió a los equipos de trabajo de ambas compañías, además de cámaras empresarias, referentes del ámbito naval, empresarial y sindical e invitados especiales.
El bautismo de mar simboliza el primer contacto de las embarcaciones con el agua y su presentación oficial, tras haber superado las pruebas de navegación y antes de su incorporación a la flota pesquera. En ese marco, Sandra Cipolla, presidenta de SPI Astilleros, destacó la importancia de celebrar “el trabajo, la producción, el empleo, la convicción y el compromiso con el desarrollo de la producción nacional”.
A su turno, el socio fundador de SPI Astilleros, el ingeniero Horacio Tettamanti, resaltó que la construcción de un barco “no es una motivación fundamentalmente económica; es un acto de pasión y de fe”. Por su parte, el presidente del Grupo Conarpesa, Fernando Álvarez Castellano, manifestó su orgullo no solo por este nuevo hito, sino también por haberlo alcanzado al cumplir 30 años al frente de la empresa. “Es generar fuentes de trabajo, dar seguridad a la gente, dar más riqueza al país y más divisas que tanto hacen falta”, afirmó.
El evento fue el escenario propicio para la entrega de reconocimientos, tanto al Cuerpo de Inspectores de la Delegación Mar del Plata de la Prefectura Naval como a Diego Barreiro y Juan Vieitez. Durante la bendición de mar, SPI Astilleros entregó obsequios especiales al presidente del Grupo Conarpesa y a Silvino Tenorio Rey y José Barreiro Hermelo, padres de los propietarios Borja Tenorio (CEO) y Alberto Barreiro (director financiero y socio fundador).
La ceremonia culminó con el tradicional corte de cintas para dar lugar al inicio de la botadura de los barcos, que finalizó cuando las embarcaciones tocaron el agua y sonaron las bocinas, a modo de celebración.
Redacción por DataPortuaria