sábado 23 de agosto de 2025 - Edición Nº1819

Puertos | 20 ago 2025

Transición energética

Cuando los datos encienden la transición: cómo el Big Data potencia el impacto global de las energías limpias

La integración de energías renovables con plataformas de Big Data está generando un impacto directo en la eficiencia operativa, la toma de decisiones y la planificación energética a escala global. Esta sinergia permite optimizar redes, reducir emisiones, bajar costos y anticipar la demanda, transformando de forma estructural los sistemas eléctricos tradicionales.


Por: DataPortuaria

Desde hace una década, los paneles solares y los aerogeneradores se han convertido en paisajes familiares en diversas partes del mundo. Sin embargo, el verdadero motor de la transición energética actual no siempre es visible, se trata del Big Data, que está redefiniendo el modo en que generamos, consumimos y gestionamos la energía a nivel global.

La expansión masiva de sensores, redes inteligentes y plataformas de análisis ha permitido una optimización sin precedentes. Hoy, millones de datos por segundo guían decisiones críticas en tiempo real. En Alemania, según el informe Energy Policies of IEA Countries: Germany 2020 Review publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), los hogares que producen energía solar pueden utilizar plataformas digitales inteligentes para programar la venta de electricidad a la red, optimizando su retorno económico mediante algoritmos de predicción de precios. En India, el informe conjunto del National Renewable Energy Laboratory (NREL) y la India Smart Grid Forum destaca la implementación de modelos predictivos que anticipan la generación renovable con base en pronósticos meteorológicos, mejorando la planificación y estabilidad del sistema.

En Brasil, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su publicación Energía sostenible para comunidades aisladas en América Latina y el Caribe, documenta proyectos comunitarios en el noreste brasileño y la Amazonía, donde redes inteligentes permiten la gestión local y descentralizada del suministro eléctrico con tecnologías digitales adaptadas al entorno rural.

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), más del 60% de la nueva capacidad instalada en 2023 provino de fuentes renovables, y gran parte de esa eficiencia se logró gracias a la digitalización. Además, el uso de sistemas de gestión energética basados en big data puede reducir el consumo eléctrico hasta un 20% en edificios comerciales, según datos del World Economic Forum.

“Ya no se trata solo de generar energía limpia, sino de tomar decisiones limpias”, afirma Sandro Ribeiro, consultor del Instituto Global de Innovación Energética.

El impacto real no es solo ambiental o tecnológico, sino estructural, se está descentralizando el poder energético y delegando decisiones clave en modelos inteligentes capaces de anticipar escenarios y minimizar errores.

El World Economic Forum, citando investigaciones de Our World in Data y la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), indica que el costo de la electricidad generada por proyectos solares fotovoltaicos a gran escala (utility-scale solar PV) se desplomó un 85% en la década hasta 2020. Esto resultó en una menor dependencia de combustibles fósiles, tarifas más competitivas, reducción de pérdidas y una puerta abierta al desarrollo sustentable en regiones que antes carecían de infraestructura tradicional.

Como afirma Natalia Jauregui, especialista del BID, 'lo digital permite saltarse etapas del desarrollo energético'."

 

Los desafíos y el impacto real de la transición inteligente

Si bien la digitalización abre un sinfín de oportunidades, esta revolución también presenta nuevos desafíos significativos. El procesamiento masivo de datos exige centros de cómputo eficientes, conectividad robusta y una ciberseguridad a la altura del cambio. Según varias publicaciones, incluyendo análisis del International Energy Agency (IEA) y estudios históricos, los centros de datos representaban entre el 1% y el 1.5% (o incluso hasta el 2%) del consumo eléctrico mundial lo que obliga a que estas infraestructuras sean también energéticamente sostenibles.

Además, el acceso desigual a la tecnología puede agravar las brechas entre países ricos y pobres si no se acompaña de políticas públicas inclusivas y educativas. Hoy, más del 50% de los países en desarrollo carece de una estrategia digital energética integral, según el Global Energy Monitor.

En consecuencia, la verdadera transformación no es únicamente técnica, sino también cultural y política. Gobiernos de distintas regiones ya están avanzando con normativas específicas para plataformas energéticas, programas de alfabetización digital y marcos regulatorios que promuevan una transición justa y segura.

Cómo el Big Data y la IA están transformando las energías renovables

El mayor impacto, sin embargo, se percibe en lo cotidiano consumidores que ajustan su consumo, empresas que programan operaciones fuera del horario pico, comunidades que gestionan microredes de manera autónoma. En todos los casos, los datos permiten tomar mejores decisiones, evitar emisiones innecesarias y dar estabilidad a un sistema que ya no es vertical ni centralizado.

La energía del futuro será limpia, sí. Pero más aún será inteligente, distribuida y gestionada en tiempo real. Y en esa inteligencia compartida reside el mayor impacto de todos, el de transformar no solo la matriz energética, sino la forma misma en que decidimos cómo usar los recursos del planeta.

¿Podría la energía inteligente y distribuida redefinir las reglas del comercio internacional y la competitividad global? ¿Cómo lo imaginas?

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