

El conflicto en el sector aeronáutico argentino alcanzó un punto de máxima tensión. Tras finalizar sin acuerdo la segunda conciliación obligatoria, los controladores aéreos confirmaron que desde el 22 de agosto comenzará un paro nacional. La decisión, aprobada por unanimidad, busca lograr una recomposición salarial y mejoras en las condiciones de trabajo.
La medida impactará de manera directa sobre el sistema aéreo, paralizando vuelos de cabotaje, internacionales y, especialmente, las operaciones de carga que sostienen gran parte de la logística vinculada al comercio exterior. Desde el gremio remarcaron que se garantizará una cobertura reducida, aunque el alcance de la protesta anticipa complicaciones de gran magnitud.
El rol de los controladores resulta indispensable para la seguridad operacional y la coordinación de vuelos. Su ausencia forzará a suspender o reprogramar operaciones, afectando tanto a aerolíneas de pasajeros como a los vuelos de carga. Aeropuertos estratégicos como Ezeiza, Córdoba, Mendoza y Rosario concentran gran parte de los envíos de productos perecederos, además de insumos farmacéuticos, autopartes y componentes electrónicos.
Una paralización de los controladores interrumpirá estos flujos logísticos, generando retrasos en entregas sensibles y complicaciones en sectores que operan bajo esquemas just-in-time. La industria automotriz y la farmacéutica, que dependen de la llegada constante de piezas e insumos, figuran entre las más expuestas a un freno en el transporte aéreo. Un conflicto prolongado puede afectar la competitividad de la economía nacional al encarecer costos logísticos y deteriorar la previsibilidad de las cadenas de suministro.
El paro de controladores se suma a la tensión abierta por el conflicto entre el Gobierno y el gremio de pilotos, quienes también advirtieron sobre la posibilidad de un paro nacional tras la falta de acuerdo en la conciliación por el Decreto 378/2025. Esa normativa, cuestionada por los trabajadores, mantiene en vilo a otro sector clave de la aviación. La coincidencia de ambos conflictos configura un escenario inédito en el que la capacidad operativa del sistema aerocomercial se ve amenazada en sus dos pilares esenciales.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: MovantConnection