

El récord histórico del precio del oro ha despertado una nueva ola de inversiones mineras en Argentina, que hasta hace poco se centraban principalmente en el litio y el cobre. En este contexto, se ha presentado un proyecto bajo el
Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) con una inversión de 665 millones de dólares para construir una nueva mina de oro en San Juan. La iniciativa prevé una exportación de unos 400 millones de dólares al año durante casi dos décadas.
El proyecto es impulsado por el Grupo Aisa, una empresa española que en 2023 compró la mina Gualcamayo, un yacimiento que estaba condenado al cierre por la inestabilidad económica, a pesar de tener recursos por explotar. La nueva mina, a la que la compañía se refiere como el “nuevo Gualcamayo”, será subterránea, a una profundidad de 600 a 700 metros, y operada por máquinas dirigidas a control remoto.
Uno de los puntos destacados del proyecto es su compromiso con la sostenibilidad: incluirá un parque fotovoltaico de 50 MW que permitirá reducir la huella de carbono de la mina y abastecer la totalidad de la energía que se utiliza. La compañía espera financiar este ambicioso proyecto estirando la vida útil de la antigua mina hasta 2029, con una producción de 53.000 onzas al año.
La viabilidad de esta inversión está directamente ligada al RIGI. El Grupo Aisa advirtió que, sin la seguridad jurídica y la libre disponibilidad de divisas que ofrece este marco, sería “muy difícil” concretar los planes. Aunque la empresa se muestra optimista sobre su aprobación, resalta que este factor es clave para atraer inversiones de gran escala al país. Tras reformular el proyecto a fines de 2024, el grupo espera ahora la aprobación del RIGI para iniciar el estudio de factibilidad y comenzar la construcción en 2029 o 2030.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Fernando Heredia - Forbes AR