

La industria pesquera argentina sufrió un duro golpe en junio de 2025, registrando una caída interanual del 74,1%, según cifras oficiales del INDEC. Este desplome contrasta con el crecimiento del 9,3% de la producción industrial en general y marca la peor performance en lo que va del año, con un impacto negativo acumulado del 19,4% en el primer semestre.
El principal responsable de la crisis fue un conflicto gremial que paralizó por completo la actividad, especialmente en el segmento del langostino congelado a bordo, que constituye el grueso de la producción de crustáceos. Los números desglosan la situación con crudeza: el grupo de “Crustáceos” se desplomó un 99% en junio, siendo el responsable del 83,9% de la caída general del IPI pesquero.
Mientras el sector de los crustáceos colapsaba, el de los moluscos fue el único con crecimiento, impulsado por la buena temporada de calamar. Este rubro registró un notable aumento interanual del 275,7% en junio. Sin embargo, este crecimiento positivo no fue suficiente para compensar la crisis en los demás sectores, con la producción de “Peces” también registrando una caída del 22,9%.
El análisis por tipo de buque refleja la gravedad del escenario: los buques congeladores, con la actividad totalmente paralizada por el conflicto, sufrieron una caída del 77,6%. Por su parte, los fresqueros redujeron sus desembarques un 55,6% en el mes.
La crisis en la pesca tiene consecuencias que van más allá de los números. Detrás de estas cifras, el impacto se siente directamente en la economía regional y en las miles de familias que dependen del empleo ligado a la actividad marítima, tanto en la extracción como en el procesamiento.
Redacción por DataPortuaria